“Si hoy tenemos elecciones competidas, fenómenos de alternancia, coexistencia de la diversidad política, es porque el eslabón fundamental e intransferible de la democracia –las elecciones– se construye en el IFE»: Woldenberg
Por Huemanzin Rodríguez
Hace 23 años fue creado el Instituto Federal Electoral (IFE), por ello y ante su inminente desaparición, ha sido organizado un foro de reflexión y análisis, en el que participan personalidades que tuvieron un papel significativo en la historia de la institución.
Durante la inauguración de dicho foro, el Consejero Presidente Provisional, Benito Nacif Hernández, tomó la palabra: “En estos 23 años, la forma de organizar elecciones ha cambiado por completo, conviene ver de dónde veníamos para darnos cuenta de cuánto hemos avanzado. De este camino recorrido debemos aprender e inspirarnos para construir un futuro aún mejor”.
Asimismo, Nacif señaló que este avance democrático no ha sido terso ni fácil: “Durante estos 23 años el país ha experimentado diversas crisis políticas que han tenido su origen en las elecciones; crisis que, sin embargo, se han logrado encauzar a través de las instituciones del Estado y han encontrado respuesta en reformas a nuestras leyes y prácticas electorales”.
Más tarde fue proyectado un video que reúne todas las campañas de concientización del voto realizadas desde 1992. Resultaba entrañable observar esas imágenes, que ahora parecen tan anacrónicas, cuando la alternancia en el poder parecía un sueño y la Ciudad de México era gobernada por un regente impuesto desde la presidencia. Así, ante la nostalgia de los sueños no cumplidos y la certeza de lo que sí se construyó, comenzó la primera conferencia magistral a cargo de José Woldenberg, quien, dentro del IFE, organizó cuatro elecciones de 1994 a 2003. Woldenberg, recibido con un fuerte y largo aplauso, enumeró todo lo ganado por el IFE en sus 23 años de historia, destacando de entre sus triunfos: lograr confianza en un marco de legalidad construido de manera continua.
“El COFIPE, un Código de Procedimientos, inyectó certeza en los plazos, las resoluciones y las vías para impugnar. Fue brújula cierta para el Instituto y para todos los actores, incluyendo los ciudadanos. Por eso, me preocupan los grados de discrecionalidad con los cuales contará el nuevo Consejo General del Instituto Nacional Electoral. Pero eso, por lo pronto, ‘es harina de otro costal’”, declaró Woldenberg.
Durante su discurso, Woldenberg enlisto una serie de acciones que se efectuaron por primera vez en México, gracias al IFE: se imprimieron las listas nominales electorales con fotografía, se creó el documento personal oficial con fotografía, se insacularon a los funcionarios de casilla, se multiplicaron los programas de educación cívica democrática, se organizaron votaciones para los niños, se fiscalizaron las finanzas de los partidos y se regularon los tiempos de los partidos políticos en los medios de comunicación.
“Si hoy tenemos elecciones competidas, fenómenos de alternancia en todos los niveles, coexistencia de la diversidad política en las instituciones del Estado, ejercicio de libertades, es porque el eslabón fundamental e intransferible de la democracia –las elecciones– se construye en el IFE paso a paso, con imparcialidad, profesionalismo y esmero”, señaló Woldenberg. No obstante, asegura que si ese ha sido el trabajo del IFE, también ha sido resultado de un impulso ciudadano que ha colaborado en su construcción, con aciertos y errores, pero siempre a favor de la democracia.
“Repito, México vive en democracia, la transición ha quedado atrás y la democracia requiere de autoridades electorales autónomas, imparciales, apegadas a la legalidad, generadoras de certeza, comprometidas con la objetividad, profesionales, como lo ha sido el IFE. Que así sea también el INE para bien del país y de la coexistencia civilizada de su diversidad política” finalizó Woldenberg.
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