Se presentará el 1 y el 2 de septiembre en la Sala Miguel Covarrubias como parte del Festival IMPULSO
Ciudad de México (N22/Karen Rivera).- Siete puertas misteriosas que resguardan los tormentos del ser humano como una cámara de tortura, un depósito de armas, un tesoro manchado de sangre y un mar, que simboliza las lágrimas, serán abiertas por Judith, una de las protagonistas de la ópera El castillo de Barbazul. Compuesta en 1911 por el músico húngaro Béla Bartók, esta ópera que sólo cuenta con dos personajes y no tiene obertura, ni piezas musicales para ser cantadas por solistas, se presentará en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario como parte del Festival IMPULSO Música Escena Verano UNAM.
Jesús Delgado, director de escena de esta ópera, señala que ésta es “una lectura contemporánea con mucho respeto a la ópera original, pero sin miedo, es decir, atreviéndonos a interpretarla desde la época actual que vivimos, pretendiendo conectar con el espectador de hoy día. La historia es la de un duque que se casa y lleva a su nueva esposa a su castillo, y Judith, que es su esposa, empieza a descubrir que este castillo es una especie de extensión del propio Barbazul, es el alma del personaje hecha lugar.”
Con la dirección de escena de Jesús Delgado y música interpretada por la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata, la ópera contará con la actuación del barítono Enrique Ángeles y la soprano Dhyana Arom.
“Todo es a nivel lumínico y a nivel de símbolo, por ejemplo, hay un tesoro que está representado por puntitos de oro, es nuestro símbolo, y esos puntos de oro de momento se llenan de sangre porque esto quiere decir que este personaje tiene su riqueza a costa de muertes, de sufrimiento y de sangre de personas y entonces el espectador descubre, con efectos visuales, cómo las cosas no son lo que parecen. Es una ópera compleja, la orquesta incluye más de cien músicos, el equipo es muy grande, es muy complejo conseguir los derechos para poder representar esta ópera.”