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«El impacto de esta foto para la gente que no conoce la historia o no estuvo allí, igual es muy fuerte. Es un hecho que marcó esas protestas en Venezuela»: RS
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Imagen: World Press Photo
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Ciudad de México (N22/César Meléndez).- Hace exactamente un año, el fotoperiodista Ronaldo Schemidt se encontraba en Caracas, Venezuela, cubriendo las protestas en contra del presidente Maduro que se estallaron entre abril y julio en el país sudamericano. En medio del caos y la incertidumbre, Ronaldo tuvo el temple necesario para inmortalizar un instante de la historia reciente de América Latina, tan solo la punta del iceberg del conflicto venezolano. El Joven José Víctor Salazar Balza ardió en llamas por una explosión fortuita; y el destino o la gracia del fotoperiodista quiso que Ronaldo estuviera allí para que ese día tomara la fotografía que le valió el World Press Photo 2018.
“Había dos calles grandes, dos avenidas grandes de la ciudad en enfrentamiento. A mí me tocó una y a otro compañero otra. En mi calle acabó el enfrentamiento y yo fui a la otra. Cuando llegué estaba mucho más violento. Un vehículo blindado le había pasado por encima a unos manifestantes. La Guardia Nacional, el Gobierno pierde una moto en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo y los manifestantes la toman como una especie de trofeo”. Rolando cuenta que uno de los manifestantes lanzó una bomba molotov que incendió la moto; esa moto quedó incendiada pero no pasaba mayor cosa. Él estaba por ahí porque pensaba que se iba a generar otro conflicto, pero cuando vio la escena tan peligrosa con el fuego y la moto decidió retirarse.
“Llegó otro manifestante y golpeó el tanque de gasolina con un tubo e hizo que explotara. Este muchacho, José Víctor, estaba parado frente al tanque y el recibe la mayor parte de la explosión de la gasolina, lo baña y reacciona corriendo. Yo iba caminando de espaldas, escucho la explosión y reacciono levantando mi cámara; empiezo a fotografiar la explosión. Todavía no sabía que había gente dentro de eso. Cuando estoy fotografiando en medio de las llamas —porque las llamas nos rodeaban, era fuego por todos lados, el sale en medio de las llamas y pasa a lado de mí”.
Toda la escena descrita dura cerca de 14 segundos, desde el momento de la explosión, hasta el instante en que el fuego dejó de arder sobre el cuerpo de José Víctor. “Mirarlo es fuerte para los que estuvimos allí, es muy fuerte. Y creo que el impacto de esta foto para la gente que no conoce la historia o no estuvo allí, igual es muy fuerte. Es un hecho que marcó esas protestas en Venezuela. Creo que lo más importante es eso: si la comunidad internacional voltea a ver estos conflictos y busca soluciones, si se lograsen soluciones… Creo que es una función principal del fotoperiodismo: contar para buscar soluciones.
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