- La Reina del Morna también era generosa. Cobijaba a las voces emergentes con las que se rodeó. Tal es el caso de Mayra Andrade, quien viajó con ella por el mundo
Por Víctor Gaspar
Pocas personas pueden dejar
una impronta tan profunda en la mirada y el corazón como Cesária Évora. La diva
de los pies descalzos, la cantante mítica surgida de una isla remota, Cabo
Verde, recibió un homenaje en la Alhóndiga de Granaditas de parte de tres
cercanos colaboradores. El primero en salir al escenario fue, su compatriota, Teófilo
Chantre, quien destaca la proyección que la cantante le dio a su tierra natal y
a quien conoció lejos.
una impronta tan profunda en la mirada y el corazón como Cesária Évora. La diva
de los pies descalzos, la cantante mítica surgida de una isla remota, Cabo
Verde, recibió un homenaje en la Alhóndiga de Granaditas de parte de tres
cercanos colaboradores. El primero en salir al escenario fue, su compatriota, Teófilo
Chantre, quien destaca la proyección que la cantante le dio a su tierra natal y
a quien conoció lejos.
“Mi encuentro con Cesária
fue en París. Fue un encuentro porque había un concierto para la comunidad de
Cabo Verde en Francia. Me encontré con Cesária, una persona sencilla, después
empezamos a hablar de la familia, ella conocía toda mi familia en Cabo Verde y
algún tiempo después. José Da Silva me pidió para hacer algunas canciones para
ella. Y así comenzó nuestra colaboración que duró cerca de 20 años”, expresó Teófilo
Chantre.
fue en París. Fue un encuentro porque había un concierto para la comunidad de
Cabo Verde en Francia. Me encontré con Cesária, una persona sencilla, después
empezamos a hablar de la familia, ella conocía toda mi familia en Cabo Verde y
algún tiempo después. José Da Silva me pidió para hacer algunas canciones para
ella. Y así comenzó nuestra colaboración que duró cerca de 20 años”, expresó Teófilo
Chantre.
La Reina del Morna también
era generosa. Cobijaba a las voces emergentes con las que se rodeó. Tal es el
caso de Mayra Andrade, quien viajó con ella por el mundo.
era generosa. Cobijaba a las voces emergentes con las que se rodeó. Tal es el
caso de Mayra Andrade, quien viajó con ella por el mundo.
Andrade afirma que Cesária
representa muchas cosas para ella. “Primero que la conocí cuando yo tenía 12
años y el día que la conocí, le dije: ‘yo soy Mayra y soy cantante’. Ella me
dio el primer consejo que yo recibí en la música: ‘nunca se te
olvide que el público es el que decide hacer de tu vida, si te pone arriba o si
te deja caer’”.
representa muchas cosas para ella. “Primero que la conocí cuando yo tenía 12
años y el día que la conocí, le dije: ‘yo soy Mayra y soy cantante’. Ella me
dio el primer consejo que yo recibí en la música: ‘nunca se te
olvide que el público es el que decide hacer de tu vida, si te pone arriba o si
te deja caer’”.
Lura nos recibió en su
camerino. Apenas mencionamos a Cesária, a “Cisa” como le decían sus amigos; el
rostro se le iluminó. Dejó de lado el maquillaje y el recuerdo floreció en la
voz que entona los géneros caboverdianos de la Morna y la coledera.
camerino. Apenas mencionamos a Cesária, a “Cisa” como le decían sus amigos; el
rostro se le iluminó. Dejó de lado el maquillaje y el recuerdo floreció en la
voz que entona los géneros caboverdianos de la Morna y la coledera.
“Conocí primero la voz, la
música. Tenía 14 años cuando salí para danzar con mi madre. Yo vi una música,
ella cantando “Bia D Lulucha”. Pregunté a mi madre: ¡Qué voz tan bonita!, ¿cómo
se llama?’ Cesária Évora, una gran cantante caboverdiana. Yo estaba en Lisboa,
Portugal. Pronto, más tarde, también comencé a cantar y ella oyó hablar de mí.
Lancé un disco que fue un éxito en Cabo Verde y la primera vez que fui a cantar
a Cabo Verde, Cesária me convidó para cantar en su casa e hizo una comida para
mí y para mi madre”, finalizó Lura.
música. Tenía 14 años cuando salí para danzar con mi madre. Yo vi una música,
ella cantando “Bia D Lulucha”. Pregunté a mi madre: ¡Qué voz tan bonita!, ¿cómo
se llama?’ Cesária Évora, una gran cantante caboverdiana. Yo estaba en Lisboa,
Portugal. Pronto, más tarde, también comencé a cantar y ella oyó hablar de mí.
Lancé un disco que fue un éxito en Cabo Verde y la primera vez que fui a cantar
a Cabo Verde, Cesária me convidó para cantar en su casa e hizo una comida para
mí y para mi madre”, finalizó Lura.
Ahora Mindelo, la ciudad de
Cabo Verde con nombre de árbol, puede estar segura que dio un fruto dulce al
mundo: Cesária Évora, quien seguirá sonando en el recuerdo. Aplausos para
nuestra diva querida.
Imagen: http://bit.ly/1D9UnBZ
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