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Luego de pasar veinte años en total abandono el inmueble ubicado en la colonia Guerrero recupera su esplendor; funcionará como espacio cultural
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Ciudad de México (N22/Víctor Gaspar).- Luego de un profundo proceso de restauración a lo largo de diez años y con una inversión pública y privada de 85 millones de pesos, la casa del célebre arquitecto del porfiriato, Antonio Rivas Mercado, vuelve a su esplendor en la colonia Guerrero. El proyecto es encabezado por la Fundación Conmemoraciones.
Ana Lilia Cepeda, presidenta de la fundación señaló que ésta se encontró con “una casa muy deteriorada que tenía problemas estructurales y problemas más profundos de lo que aparentemente se veía. Sobre todo había sufrido mucho saqueo a lo largo de los veinte años que estuvo abandonada. Cómo Antonieta es un icono y hay toda una historia detrás de ella, venían a visitar la casa y los cuidadores les vendían un mosaico o les vendían un elemento decorativo”.
Tras la muerte del arquitecto, su hija Alicia ocupa la casa hasta 1936, tras lo cual es adquirida por una familia que la habita durante seis décadas. Después cae en el olvido.
La casa que “está girada en 45 grados, que es algo muy novedoso y particular para la época. Tiene dos plantas y un gran sótano, soon mil 565 metros de construcción. La primera planta era casa habitación y despacho […] En la parte superior curiosamente están las recámaras de los hijos, están la escuela y la enfermería”, describió Cepeda.
En la restauración se puso especial interés en los mosaicos del piso que fueron recreados en el mismo taller inglés de acuerdo con los diseños originales de la casa de la calle Héroes 45, en la colonia Guerrero: “resaltan los tres tipos de pisos que tiene: pisos de parquet, pisos de vidrio, que son tragaluces muy llamativos para la época y sobre todo estos fantásticos tapetes de 50 mil piezas de mosaicos encáusticos con 90 diseños diferentes.
La presidenta de la fundación precisó que la casa tendrá un uso cultural, “va a ser muy importante para los vecinos de la colonia. Estamos pensando por supuesto que debe de haber un museo de sitio, uno sobre la restauración y también un museo de sitio sobre la familia.”
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