Una historia de resiliencia ante los abusos que la llevó al límite de su fuerza mental
Redacción/CDMX
La ganadora de 41 medallas entre Juegos Olímpicos y campeonatos mundiales Simone Biles, es conocida por sus habilidades únicas en el mundo de la gimnasia.
El desempeño de Biles desde los 16 años ha sido impecable, su disciplina la ha hecho merecedora de múltiples honores en el deporte, sin embargo, a sus 23 años en las Olimpiadas de Tokio en 2020 decayó de manera inesperada.
La joven deportista sufrió los efectos de los “twisties” o “giros”, que generan desorientación espacial durante los movimientos en el aire, un suceso común en el deporte. Aunque las causas no eran comunes.
Simone argumentó retirarse de Tokio por cuidar su salud mental. En el 2021 la gimnasta reveló traumas, relacionados con la multiforme violación que sufrió por parte del ya condenado Lawrence Gerard Nassar.
Nassar era el médico del equipo olímpico de gimnasia de Estados Unidos, quien usando su posición y supuesto conocimiento clínico, tuvo prácticas sexuales abusivas con más de cien adolescentes.
Los hechos que Biles llevaba consigo taladrando su mente durante la competencia en Tokio, le perturbaron su concentración. A pesar de esto, la joven buscó apoyo psicológico y también se unió a las demás víctimas denunciando los hechos.
Para 2024, Simone había tomado fuerza mental y física con su doble entrenamiento. Llegó a los Olímpicos y se demostró a sí misma que tal evento trágico no podía destruir lo antes edificado y el talento que la hace brillar.
En la competencia de gimnasia artística de París 2024 se convirtió en la primera mujer en ganar dos oros olímpicos en el all around individual de manera no consecutiva.
Los claroscuros de esta historia se pueden seguir en la segunda parte de la serie de Netflix «Simone Biles: Rising».