Redacción/CDMX
El sodio es un factor determinante en nuestra salud, pues es una de las principales causas por las que las personas suelen desarrollar enfermedades como hipertensión arterial, problemas en el corazón, daño en los riñones, entre otras.
Por ello es indispensable comenzar a preguntarnos y cuestionarnos cuánto sodio consumimos.
Pues Cheryl Anderson, profesora de Salud Pública en la Universidad de California, afirmó que en los estudios científicos de aproximadamente los últimos 50 años han mostrado que entre más sal comemos, más sube nuestra presión arterial.
Según los lineamientos alimentarios de Estados Unidos, los adultos no deben ingerir más de 2,300 miligramos al día, que es el equivalente a una cucharadita de sal de mesa.
Sin embargo, la Asociación Estadounidense del Corazón, menciona que aunque es un buen objetivo no consumir más de esa cantidad, es todavía mejor evitar ingerir menos de 1,500 miligramos diarios.
En 2021, revisaron 85 ensayos clínicos, donde los científicos se fijaron qué ocurría con la presión arterial de las personas cuando consumían entre 400 y 7,600 miligramos de sodio al día.
Lo más preocupante es que conforme aumentaba el consumo, también lo hacía la presión arterial.
Calculan que el consumo excesivo de sal causa cerca de 2 millones de muertes al año, en su mayor parte debido a las enfermedades cardiovasculares.
Controlar la presión arterial es sin duda una de las medidas más importantes que puedes implementar para reducir el riesgo de desarrollar cardiopatías o sufrir una apoplejía.
Por ello, es necesario comenzar a medir cuánto sodio consumimos, pues no deberías esperar a tener hipertensión para hacerte esta pregunta; pues cuando se consume en exceso, con el paso del tiempo existe una alta probabilidad de daño en los vasos sanguíneos y con el tiempo provocar hipertensión, pues es un efecto acumulativo.
Expertos en el tema mencionan que la mejor manera de reducir el consumo de sodio, es comer menos alimentos procesados e ingerir más verdura, frutas, frijoles, nueces y productos lácteos, pues son fuentes ricas en potasio.
(Con información de The New York Times)