Redacción/CDMX
Existe una diversidad cultural a lo largo del mundo, que implica tradiciones y creencias, incluso, el consumo de animales exóticos, como los reptiles, una práctica nada absurda en Asia, inclusive.
Pues las especies de pitones reticuladas (Malayopython reticulatus) y pitones birmanas (Python bivittatus) son criadas en el continente asiatico, por su carne, rica en proteínas y baja en grasas saturadas, incluso aseguran que tiene sabor a pollo.
Su crianza es una manera más sostenible para el medioambiente porque genera menos emisiones de gases de efecto invernadero a diferencia de la agricultura y ganadería.
Estos reptiles pueden alcanzar la madurez en 3 años, llegar a poner hasta 100 huevos por año y su consumo de agua es mínimo, incluso, vivir con el rocío de agua que se deposita en sus escamas.
Aunque se les alimente una vez por semana con roedores silvestres y “salchichas” hechas con proteína de desechos procesados aumentarán 46 gramos de peso por día.
Ya que los animales de sangre fría (reptiles) son más eficientes en convertir la carne que comen en más carne y tejido corporal, tal como lo dice el Dr. Daniel Natusch investigador honorario de la Universidad Macquarie, en su investigación publicada en Scientific Reports.
(Con información de iflscience)