Redacción/CDMX
Esta duda es una de las más frecuentes considerando el contexto de que ya se logró una vez, pero si dejamos de lado la historia del Apolo 13 en 1969, la realidad es que aún no se tienen dominadas las técnicas para hacer alunizajes con toda la probabilidad de éxito.
Esto se debe a varios factores:
La Luna, como sabemos, está cubierta de volcanes y cráteres de gran profundidad, esto plantea la primer gran dificultad, encontrar una zona llana donde poder aterrizar.
La gravedad es otro de los temas a considerar, en este satélite la fuerza es una sexta parte de la que se tiene aquí y no hay atmósfera, gracias a estas dos condiciones los alunizajes dependen totalmente de los motores.
Esto descarta a la mayoría de las sondas pequeñas que solo cuentan con un motor para el descenso.
Y al llegar a la órbita lunar igualmente se requiere una gran fuerza de propulsión. Una vez que se está ahí las sondas robóticas pueden fallar con facilidad.
Cuando la Luna está en su punto más cercano se encuentra a 360 mil kilómetros de la Tierra., esto pone de frente dos pruebas para la tecnología:
La atracción gravitatoria de nuestro planeta y la complejidad que se requiere de una mecánica orbital para saber dónde estará el cuerpo celeste en el tiempo de llegada.
Si nos referimos al primer punto, la nave que salga de nuestro planeta requiere de una velocidad de 7.8 kilómetros por segundo. Si este numero no se alcanza la atracción gravitatoria de la Tierra no permitirá el desprendimiento.
Además, a eso se le suma que cubrir todas las exigencias y preparar los recursos para atravesar los retos de la misión son dos factores que se transforman en costos demasiados altos, así como la cantidad de personas que tendrían que estar involucradas en el proyecto.
(Con información de National Geographic)