Redacción/CDMX
La música es de las cosas más antiguas de las que se tiene conocimiento, se sabe gracias a que los científicos han encontrado flautas prehistóricas hechas de hueso y marfil.
El que la música nos ha acompañado durante mucho tiempo explica el porqué nos afecta tan profundamente, tanto mental como físicamente.
Es posible quese sientan ganas de bailar, cantar, llorar o correr con algunas de las muchas canciones que existen en el mundo, incluso los bebés asienten con la cabeza y golpean con los pies cuando escuchan melodías pegadizas.
Gracias a escáneres de resonancia magnética funcional, los científicos han podido descubrir que la música activa las regiones sensoriomotoras del cerebro.
Además de eso, también altera la frecuencia cardíaca, la conductancia de la piel, la respiración y la temperatura corporal, sumándole que ajusta los niveles de hormonas como cortisol, oxitocina y prolactina.
Como se puede entender, existe abundante evidencia científica de que los humanos sentimos la música, pero ¿estas emociones son universales?
Esta fue la pregunta que se hizo un grupo de investigadores chinos y finlandeses, así que realizaron un experimento en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, donde presentaron a casi 2 mil participantes del Reino Unido, Estados Unidos y China una docena de extractos de diferentes canciones.
Después, les pidieron que describieran dónde sentían la música en sus cuerpos, para ello, les dieron a cada sujeto siluetas en blanco de un cuerpo humano y les pidieron colorar las regiones donde sentían cambios de actividad.
Las canciones fueron seleccionadas al azar de las culturas occidentales y chinas; las categorías fueron agresivas, bailables, alegres, tristes, aterradoras y tiernas.
Las selecciones de las canciones iban desde Abba hasta Rihanna.
Los resultados concluyeron que los participantes respondieron físicamente a las canciones de la misma manera.
“En ambas culturas, las canciones alegres y bailables activaban los brazos, las piernas y la cabeza. Por el contrario, las canciones tristes, tiernas y aterradoras activaron principalmente las regiones del pecho y la cabeza”. dijeron los científicos.
«Dada la consistencia cultural de estos efectos, los resultados sugieren una encarnación similar de las emociones musicales en culturas distantes y apuntan hacia un componente biológico en las sensaciones corporales inducidas por la música», concluyeron.
Asimismo, los resultados también muestran que los humanos sienten la música de la misma manera, independientemente del idioma y la familiaridad.
Los participantes de las culturas no estaban acostumbrados a estas canciones, en cambio sus cuerpos respondían a señales acústicas y estructurales específicas.
¿Qué explica las diferentes formas en que los humanos sienten la música?
Según los expertos las sensaciones en el pecho podrían reflejar cambios en la frecuencia cardíaca y la respiración.
Por otro lado, la necesidad de moverse a un ritmo constante podría deberse a que el cerebro hace predicciones sobre el pulso musical.
Finalmente, los autores igualmente advirtieron que su experimento solo analizó dos culturas, lo que podría decir que en un grupo dispar de humanos que viven en una parte remota del mundo reaccionen a la música de manera diferente.
(Con información de Big Think)