Redacción/CDMX
Cientos de sustancias químicas salen de nuestro cuerpo, se convierten en vapores o mejor dicho gases a temperatura ambiente, los cuales pueden decir mucho sobre quiénes somos y qué tan saludables estamos.
Pero no es algo nuevo, en la antigua Grecia los médicos utilizaban el olfato para diagnosticar enfermedades.
Si inhalaron su aliento y lo describirían desagradable, podría significar una insuficiencia hepática.
A esto lo llamaron compuestos orgánicos volátiles o COV, gracias a Linus Pauling, Premio Nobel de Química. Quien contó 250 sustancias químicas gaseosas diferentes en el aliento. Después de eso, más científicos descubrieron cientos de COV más.
Y de acuerdo con el portal THE CONVERSATION, con el olfato se han detectado varias enfermedades.
Los perros en algún momento fueron de gran ayuda, gracias a sus talentos olfativos más sofisticados. Sin embargo, actualmente las nuevas tecnologías detectan cambios aún más sutiles en los perfiles de COV que se están vinculando con enfermedades intestinales, cutáneas y respiratorias.
Pero el aliento no es la única fuente de COV en el cuerpo. También se emiten por la piel, la orina y las heces.
Mientras tanto los investigadores calculan que algún día algunas enfermedades se diagnosticarán simplemente obteniendo el COV de las personas.
(Con informaión de The Conversation)
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