Redacción/CDMX
La idea de atacar un virus con otro virus ha surgido con fuerza dentro de los laboratorios, se estudia si la introducción deliberada de virus diseñados en personas infectadas con sus parientes naturales, lo cual pueda generar un gen nuevo, uno que en ultima instancia pueda eliminar la infección.
Aunque no se ha logrado aún, en teoría es posible.
Los impulsores genéticos aprovechan el editor de genoma CRISPR (un grupo de tecnología que brindan a los científicos la habilidad de cambiar el ADN en un organismo), se realiza una cirugía que acelerara la propagación de un gen.
El estudio se ha centrado en agregar estos impulsores genéticos tanto en roedores como mosquitos.
La semana pasada se reportó un gran avance cuando se inocularon ratones con herpesvirus modificados y no modificados convirtieron hasta el 90% de los virus al grado de ser lo suficiente para evitar que una infección por HSV 1 (virus del herpes simple) que provoca síntomas como un doloroso herpes labial.
El estudio esta muy lejos de ser efectivo y curar a una persona enferma, nadie sabe qué tipo de modificación genética se necesita para poder reducir una infección, aun así, científicos ven el potencial en este trabajo.
La microbióloga molecular de la Universidad de Guelph, Rebecca Shapiro asegura que los nuevos estudios son ‘convincentes’.
De momento solo se ha hecho en animales que se pueden reproducir sexualmente, son machos y hembras creados genéticamente modificados cuyas probabilidades de transmitir un gen a su descendencia es superior al 50%.
Este trabajo solo se ha realizado en laboratorio, debido al miedo que existe de accidentalmente eliminar enteramente a alguna especie.
Los virus no se reproducen apareándose, ordenan a células infectadas que lean sus genes y así produzcan un nuevo virus.
Esta ‘recombinación’ lleva a una progenie viral que propaga los nuevos genomas, el impulso genético cambia este proceso natural para introducir los cambios genéticos que en teoría podrían desactivar toda la población de los virus.
Hace tres años, los virólogos Marius Walter y Eric Verdin del Instituto Buck para la Investigación sobre el Envejecimiento demostraron en un estudio que estos impulsores podrían ser factibles. Ahí se insinuó que estos podían eliminar una población viral de virus no solo reducirla.
El estudio pasó (en su momento) sin pena ni gloria, en etapa de la pandemia, donde la atención estaba puesta en otro virus. Los pocos investigadores que lo leyeron se mostraron escépticos de los resultados, sin embargo, con los avances de estos días ha cambiado la percepción que tenían.
Walter, quien fue investigador postdoctoral en el laboratorio de Verdin aunque esta seguro de que este experimento esta lejos de poder ser usado con humanos planea seguir usando modelos de animales con la esperanza de mostrar si estos impulsores pueden suprimir infecciones crónicas.
(Con información de science.org)