Redacción/CDMX
Actualmente se estima que hay más de 10,590 satélites que orbitan alrededor de nuestro planeta, de esos, 8,800 siguen en funcionamiento, incluso se prevé que cada año se lanzarán 2,500 hasta el 2031.
Una vez que los satélites vuelvan a entrar a la atmosfera se queman, creando pequeñas partículas de aluminio que flotan en la atmósfera superior por muchos años; gracias a esto científicos estadounidenses y japoneses han desarrollado la alternativa de lanzar el primer satélite artificial de madera del mundo.
Fue en 2020, cuando un equipo de investigadores lanzó el Proyecto LignoStella Space Wood con la intención de probar la durabilidad de tres tipos de madrea que pudieran funcionar en el espacio: el abedul de Erman, el cerezo japonés y la magnolia bovate.
Se realizaron pruebas de exposición durante más de 290 días en la Estación Espacial Internacional antes de regresarlas a la Tierra.
Sorprendentemente los resultados demostraron que a pesar de las condiciones del espacio las muestras recabadas no tenían cambios mesurables en masa y sin signos de descomposición o daño.
Koji Murata , investigador de la Universidad de Kyoto, le dice a Rebecca Cairns de CNN: “Cuando se utiliza madera en la Tierra, se tienen problemas de quema, pudrición y deformación, pero en el espacio no se tienen esos problemas: no hay oxígeno en el espacio, por lo que no se quema, y no alojan criaturas vivientes en ellos, para que no se pudran”.
La ventajas de utilizar este material es que al entrar en la atmósfera terrestre la madera se quema por completo y no libera sustancias nocivas ni residuos en el proceso, muy a diferencia del metal.
Un estudio reciente de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica descubrió que el 10% de las partículas de aluminio y metales exóticos que tienen los cohetes y satélites se quedan en la estratosfera, (la cifra puede aumentar en un 50% dependiendo cuantos más se lancen al espacio).
Los satélites obsoletos que están en órbita pueden ser un riesgo mayor para los que todavía funcionan o para las naves espaciales que buscan llega a esta zona; en la órbita terrestre baja la velocidad del impacto de los desechos puede llegar a más de nueve millas por segundo, más de diez veces más rápido que una bala, según la NASA.
A pesar de ser una gran noticia el uso de un nuevo material como la madera aún se tienen muchas dudas sobre él, ya que a pesar de poder ser beneficioso aún es muy reciente como para probarlo y no se sabe que beneficios puede tener.
(Con información de Smithsonian Magazine)