Redacción/CDMX.
El telescopio espacial James Webb está asombrando a los científicos con sus espectaculares imágenes de galaxias distantes y sus descubrimientos de docenas de nuevos agujeros negros.
También está reescribiendo la comprensión de los científicos sobre cómo se forman los planetas a partir de remolinos de gas y polvo alrededor de estrellas jóvenes, llamados discos “protoplanetarios” y son los que habrían rodeado del sol hace 4 mil 600 millones de años.
Andrea Banzatti, astrónoma de la Universidad Estatal de Texas en San Marcos y sus colegas pudieron ver que dos de los discos contenían grandes cantidades de agua fría cerca de la estrella de consistencia líquida y no congelada.
“Por primera vez tenemos mediciones de cuánta agua se entrega a esa región” afirma la astrónoma.
Eso podría permitir a los astrónomos tener una mucho mejor idea de qué tipos de planetas se están formando en los distintos discos.
Otras observaciones del telescopio muestran que el disco protoplanetario que rodea una pequeña estrella llamada J160532 tiene una cantidad enorme de carbono.
Estrellas pequeñas como esta suelen albergar pequeños planetas rocosos.
Los astrónomos informaron a Nature Astronomy sobre el hallazgo del benceno en el disco alrededor de la estrella J160532, la primera observación de la molécula en un disco protoplanetario.
Mostraron también nuevas imágenes del disco alrededor de Beta Pictoris, la primera estrella conocida en tener un disco de escombros en ángulo vertical que lo llamaron “cola de gato”.
Es probablemente una corriente de polvo y otros desechos que fueron expulsados del disco de la estrella cuando grandes trozos de roca chocaron entre sí.
Sierra Grant, astrónoma del Instituto Max Planck de Alemania destaca “el poder del telescopio… y que las cosas que hemos estado estudiando durante años todavía sorprenden”.
(Con información de Nature.com)