A corto plazo, sismólogos solo podrán emitir alertas una vez iniciado un temblor

Redacción/CDMX.

La ciencia aún no encuentra la manera de predecir los terremotos. Una predicción útil especificaría el momento, lugar y magnitud.

Los terremotos ocurren porque los movimientos lentos y constantes de las placas tectónicas hacen que se acumulen tensiones a lo largo de las fallas de la corteza terrestre.

La mayoría de los temblores ocurren sin previo aviso porque las fallas están estancadas, bloqueadas y estacionarias a pesar de la tensión de las placas en movimiento a su alrededor.

Los sismólogos pueden medir el movimiento de las placas con precisión milimétrica utilizando tecnología GPS y otros medios, y detectar los lugares donde se acumula la tensión.

Solo alrededor de 1 de cada 20 terremotos dañinos tienen sacudidas previas, los más pequeños preceden a uno más grande.

La incapacidad de reconocer si un terremoto de forma aislada es un presagio, es en gran parte la razón por la que todavía se nos escapa una predicción útil.

Los sismos masivos de magnitud 8 o más, parecen haber exhibido eventos precursores, ya sea en forma de un temblor previo o movimientos acelerados de la corteza terrestre detectados por estaciones GPS llamados “eventos de deslizamiento lento”.

La alerta temprana de terremotos se basa en redes de sismómetros que detectan el movimiento en una falla, calculando automáticamente su ubicación y magnitud antes de que las ondas se extiendan.

La transferencia de datos viaja a la velocidad de la luz, mientras que las ondas sísmicas se mueven más lentamente. Esa diferencia horaria es la que permite la alerta temprana.

En el campo de la sismología se suele decir que los terremotos no matan a las personas, sino que son los edificios.

Hoy en día, los científicos son lo suficientemente buenos para redoblar los esfuerzos a la hora de construir o modernizar edificios o infraestructuras que sean resistentes.

Estas precauciones darán frutos en vidas y propiedades salvadas mucho más que un medio esperado de predicción de terremotos, al menos en el futuro previsible.

(Con información de The Conversation)