Redacción/CDMX
A pesar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el covid ya no constituye una emergencia de salud pública de interés internacional, este seguirá teniendo el estado de pandemia y los países seguirán teniendo autoridad en cuanto a la forma de tratarlo como emergencia dentro de sus territorios.
Al llegar a su fin el periodo de respuesta que comenzó el 30 de enero de 2020, para muchas personas puede pasar desapercibido.
En Reino Unido, ya no aparece como una preocupación, en la encuesta oficial que pregunta a los ciudadanos, cuáles considera que son los problemas clave que enfrenta el país.
Al parecer, para la mayoría de las personas, la pandemia no ha cambiado permanentemente su comportamiento y hábitos, no ha creado una “nueva normalidad”.
En el caso del Reino Unido, menos de uno de cada seis adultos había usado un cubrebocas recientemente.
El distanciamiento social desapareció hace mucho tiempo.
Sin embargo, la pandemia nos enseñó cuán adaptable puede ser el comportamiento, sobre todo cuánto se estaba dispuesto a cambiar el comportamiento para mantenerse seguros a sí mismos y a los demás.
Estas adaptaciones pandémicas, así la forma en que se recuperó nuestro comportamiento prepandémico muestra que tan importantes son las normas sociales para el comportamiento.
Las normas sociales fueron clave para la aceptación de la vacuna y para nuestra adopción de medidas preventivas en general.
El confinamiento también ha demostrado lo importantes que pueden ser las conexiones sociales y el contacto social, especialmente físico.
Es importante recordar los casi siete millones de vidas perdidas debido al covid desde 2020.
Y, considerar a aquellos que son clínicamente vulnerables, para quienes la emergencia aún no ha terminado y es posible que nunca lo haga.
(Con información de The Conversation)