Los amigos generan endorfinas

Redacción/CDMX

Para Robin Dunbar, antropólogo, psicólogo y biólogo evolucionista tener amigos y de calidad asegura una vida más saludable.

En su libro «Amigos: el poder de nuestras relaciones más importantes», descubrió que la forma que nos relacionamos es similar a la de los primates que él originalmente estudiaba.

El “numero de Dunbar” es una medida del límite cognitivo de individuos con los cuales se puede tener una relación estable. El número máximo de amigos es de 150 por una persona.

El libro es un compendio de investigaciones y de otros estudios hechos desde la psicología, la antropología y hasta la neurociencia, todo para abordar un tema que a simple vista no requiere investigación, pero que realmente nos puede dar un panorama mas amplio de lo que es la amistad y como nos estimula.

Dunbar menciona en su libro que “no tener amigos o no socializar acorta la vida”.

Hay dos razones por las cuales tener amigos favorece nuestra vida:

El tiempo que  pasamos con ellos implica: reírse, contar historias, cantar, bailar son actividades que activan el sistema de endorfinas en el cerebro.

Las endorfinas son parte del sistema de manejo del dolor del cerebro y suprimen el dolor de bajo nivel y el estrés que sienten los músculos.

Además, son el mejor medicamento antidepresivo que se puede tener, ya que aligeran la carga, y elevan el humor.

Cuando las endorfinas se producen en el cerebro, activan el sistema inmunológico atreves de los glóbulos blancos, hace que el cuerpo se deshaga de bacterias y virus.

Hay componentes particulares de las endorfinas que se dirigen a los virus en particular y también a algunos tipos de cáncer. 

En su libro ejemplifica la fuerza grupal con el famoso baile maorí que hace el equipo de rugby de Nueva Zelanda, los All Blacks. 

En dicha coreografía existe mucho movimiento físico, coordinado y en grupo, “creo que así obtienen un nivel elevado de endorfinas”, esto les permite correr más y resistir más durante los partidos porque sus músculos están protegidos contra el dolor.

Las investigaciones sugieren que las conexiones que hay en el cerebro para manejar amistades o relaciones con la familia son muy complejas.

Vivir cerca de otras personas es muy estresante. Estos problemas no son exclusivos de los humanos, los animales también tienden a tener estas características.

Los confrontamientos internos en grupo nos orillan a tener que luchar para poder ser parte del mismo y obtener los beneficios que provén los grupos sociales.

La convivencia grupal es algo benéfico para los humanos, por este motivo se buscan formas para resolver problemáticas de convivencia.

Cuando los grupos crecen aumentan las relaciones y tienen que encontrar formas que permitir que más personas puedan convivir, como puede ser  festejos, cenas o bailes para manejar mejor las frustraciones.

Una de las consecuencias de querer vivir fuera del estrés del grupo repercute en el sistema de endorfinas y son más desventajas que beneficios por aislarse.

El entorno disfuncional en el que nos encontramos ha orillado a que las personas se confinen en sus casas sin poder recibir los beneficios físicos, sociales y morales que aporta la amistad y el compañerismo.

Actividades como correr activan el sistema de endorfinas, pero realizar esta actividad en compañía hace que funcione mejor, “porque hay algo en la sincronía de las pisadas que hace que vayan todos a un ritmo y esto de alguna manera aumenta la producción de endorfinas en el cerebro”. 

El mundo social funciona para hombres y mujeres de forma muy diferentes, para las mujeres lo importante es quién eres, no lo que eres, mientras que para los hombres  es mucho más parecido a un club, y lo importante allí no es quién eres, sino lo que eres.

“Las relaciones de los hombres son mucho más sustituibles; mientras que, en las mujeres, si ese individuo específico con el que se tiene el vínculo se va, crea mucha angustia”.

Las mujeres se relacionan conversando, por otro lado, los hombres se relacionan realizando actividades.

Ambas buscan satisfacer la misma necesidad, ninguna es mejor que otra.

 Cuando una amistad se rompe, psicológicamente es fuerte pero, ese dolor psicológico puede traer beneficios.

El dolor que sentimos se localiza en el mismo lugar del cerebro en el que sentimos dolor físico haciendo que se active el sistema de endorfinas.

La homofilia es un fenómeno en el cual se busca a personas iguales.

Hay varios factores que compartimos con nuestros amigos como: mismo idioma, misma religión y mismos intereses.

Buscar similitudes es quizás la forma más fácil de encontrar amigos.

Existen 7 pilares clave para que una persona sea amiga de otra, dichos pilares son: tener el mismo idioma, crecer en la misma zona, tu profesión, mismos intereses y compartir  la misma visión del mundo, mismo gusto musical y el mismo sentido del humor.

Los dos últimos están ligados al sistema de endorfinas.

Tener amigos es benéfico de múltiples formas, contribuye a tener una buena saluda tanto física como mental.

Además de la compañía y diversión.

(Con información de BBC Mundo)