El cambio climático provoca aumento de jonrones

Redacción/CDMX

En el beisbol de las Grandes Ligas han intentado mejorar las reglas del juego para hacer que los partidos tengan más acción.

En ese marco, un estudio encontró que al menos, más jonrones sí han tenido, sin embargo, no se debe las recientes modificaciones al sistema de juego sino del aire.

De acuerdo a la investigación publicada en el Boletín de la Sociedad Metereológica Estadounidense que analizó 100 mil partidos, y 577 jonrones entre 2010 y 2019 los cuales se los adjudicó al calentamiento provocado por el cambio climático.

Aunque esta cifra representa cerca del 1 por ciento del total de jonrones de una temporada típica de la Major League Baseball, la influencia del cambio climático se volverá más sustancial durante el resto del siglo, dice Christopher Callahan, científico climático de Dartmouth College, coautor del estudio.

La explicación es que al elevar las temperaturas globales promedio a través de emisiones de gases de efecto invernadero, se ha reducido la densidad promedio del aire, que se vuelve menos denso a medida que se calienta.

El aire más cálido y de menor densidad significa que una pelota bateada experimenta menos resistencia o arrastre del aire, porque hay menos moléculas de aire entre ella y las gradas.

Cualquier reducción en la resistencia permite que la pelota viaje más lejos.

Por su parte, el físico e investigador de beisbol, emérito de la Universidad de Illinois, Alan Nathan, dice que una pelota que explota del bate de un jugador a 100 millas por hora con un ángulo de lanzamiento de 25 a 30 grados viajará aproximadamente 400 pies a través del aire al nivel del mar, en un día de aproximadamente 70 grados Fahrenheit (21 grados centígrados).

La misma bola que viaja a en el aire a 100 grados (37 grados centígrados) agregaría 10 pies adicionales.

Se estima que desde 1880, la Tierra se ha calentado casi dos grados.

Los investigadores seleccionaron más de 100 mil juegos de Grandes Ligas entre 1962 y 2019 y 220 mil hits individuales de 2015 a 2019.

Entonces se buscaron las temperaturas durante cada juego que se consideraron anormalmente cálidas pare el lugar y la temporada en particular.

Se buscó así las correlaciones entre los jonronres y la temperatura, mientras se estudiaban otras variables como estadios con diferentes dimensiones o el consumo de esteroides.

Justin Mankin, científico climático de Dartmounth, y uno de los autores del estudio, dijo que se usaron modelos climáticos para simular un mundo en el que los humanos no hubieran bombeado gases de efecto invernadero.

Para así, calcular cómo el calentamiento actual aumentó la cantidad de vuelacercas.

Callahan y Mankin encontraron un promedio de 58 jornrones por año entre 2010 y 2019 que probablemente no habrían salido del parque sin la ayuda del cambio climático.

(Con información de Smithsonian Magazine)