¿Cómo aprende el cerebro a distinguir entre el peligro y el placer?

Redacción/CDMX

El neurocientífico Bo Li, del laboratorio Cold Spring Harbor en los Estados Unidos, ha hecho una serie de descubrimientos recientemente que dan cuenta de cómo las neuronas de la amígdala central (CeA) que se expresan somatostatina (Sst+) nos ayudan a aprender sobre amenazas y recompensas.

También ha podido demostrar cómo estas neuronas tienen relación con la dopamina.

Sus descubrimientos (que han sido publicados en la revista Nature), podrían ser utilizados en futuros tratamientos de la ansiedad o en la drogadicción.

En nuestro cerebro, en las profundidades de los lóbulos temporales se encuentran dos masas celulares -que tienen forma de almendras-, nos ayudan a mantenernos vivos.

Esta es la pequeña región que se conoce como amígdala y que colabora en diferentes actividades cerebrales, entre las que nos ayuda a aprender y recordar, activa nuestra respuesta de lucha o huida e incluso favorece la liberación de la dopamina.

Los científicos han aprendido esto después de mucho tiempo de estudio de la amígdala, pero aún no se sabe cómo funcionan estos procesos, sin embargo, Bo Li ha tenido algunos avances.

Para poder comprobar cómo es que las neuronas Sst+ CeA nos ayudan a aprender, el profesor Li junto con sus colegas entrenaron ratones para que asociaran sonidos específicos con recompensas o castigos concretos.

En dicho proceso, se fueron tomando imágenes del cerebro de los ratones.

Hasta ese momento, la comunidad científica suponía que la amígdala no podía distinguir entre estímulos buenos y malos.

Sin embargo, el equipo del profesor Li descubrió que las neuronas no solo respondían de forma diferente a las recompensas y a los castigos, sino también a determinados tipos de recompensas.

Por mencionar un ejemplo: si los ratones recibían agua, sus neuronas se disparaban de forma distinta que si recibían comida o agua azucarada.

Li afirma que «esto es totalmente nuevo para nosotros. A estas neuronas les importa mucho la naturaleza de cada estímulo. Es casi como un área sensorial».  

El equipo de científicos también pudo observar que los cerebros de los ratones disparaban más neuronas Sst+CeA con más fuerza después del entrenamiento.

Esto sugería que las neuronas son importantes para el aprendizaje. Para comprobar esta sospecha, los neurocientíficos inhibieron las neuronas  Sst+CeA en algunos de los ratones. Descubrieron que estos animales no podían aprender a asociar sonidos con recompensas y castigos.

Con las neuronas inhibidas, los científicos hicieron otro hallazgo clave: también se suprimieron las respuestas normales de las neuronas dopaminérgicas. Aunque investigaciones hechas con anterioridad habían relacionado la CeA con las neuronas dopaminérgicas, no estaba claro cómo estaban conectadas con exactitud.

“Descubrimos que esa neuronas son necesarias para el funcionamiento normal de las neuronas dopaminérgicas y, por tanto, son importantes para el aprendizaje de recompensas, –afirma el profesor Li-. Es una prueba directa de cómo las neuronas CeA regulan la función de las neuronas dopaminérgicas.

Li plantea examinar la relación entre las neuronas Sst+CeA y la adicción.

Esto podía conducir algún día a mejores tratamientos para personas con problemas de adicción a los opiáceos y a la metanfetamina, asegura.

«Nuestro estudio sienta las bases para desarrollar formas más específicas de regular estas neuronas en distintas enfermedades», destaca.   

(Con información de EUROPA PRESS / Infosalus)