Murió Kenzaburo Oé, Nobel de Literatura en 1994

Redacción/CDMX

El escritor japonés Kenzaburo Oé, quien recibió el Premio Nobel de Literatura en 1994, murió en Tokio a los 88 años.

Fue este lunes, cuando la editorial japonesa Kodansha lo dio a conocer, sin embargo, la muerte del escritor fue el 3 de marzo.

Oé nació el 31 de enero de 1935 en la isla japonesa de Shikoku.

Estudió Letras Francesas en la Universidad de Tokio, en su carrera, siempre se le consideró influenciado por Jean-Paul Sartre.

En 1975, debutó como escritor con el cuento The Catch por el que recibió el premio Akutagawa para jóvenes promesas en 1958.

Su primera novela fue Arrancad las semillas, fusilad a los niños.

Describía su literatura como “realismo grotesco” y se decía deudor de la cultura hispanohablante.

Su primera obra traducida al español fue Una cuestión personal, novela semiautobiográfica centrada en la vida del padre de un hijo nacido con un mal cerebral (en 1963, Oé tuvo un hijo que nació con hidrocefalia).

El protagonista de su novela comenta “solo tengo dos caminos o lo estrangulo con mis propias manos o lo acepto y lo crío”.

El la vida real, Oé educó a su hijo Hikari y consiguió que se convirtiera en compositor de música de cámara que vendió cerca de un millón de discos con su primer lanzamiento.

En 1994, recibió el Nobel de Literatura, tras escribir Cuadernos de Hiroshima y Cuadernos de Okinawa.

En 2007, recibió la Legión de Honor, por el gobierno francés.

Fue un activo defensor de las víctimas de la bomba atómica de Hiroshima, incluso, tras el accidente de Fukushima acusó al gobierno japonés de “falta de respeto a la vida humana” y traicionar la memoria de las víctimas de la bomba por el uso de la energía nuclear.

En 1976, vivió en México al ser invitado a dar clases en el Colegio de México, como profesor visitante del departamento para posgrado de Asia y África.

Sus clases las impartía en japonés.

Solía visitar las arenas de lucha libre, comer tacos en las esquinas y acudir a las zonas arqueológicas.

En esos días tenía un interés especial por seguir la sombra del inglés Malcolm Lowry, quien vivió en Cuernavaca, lugar que fuera escenario de su novela Bajo el volcán (1947).

Para su obra Dojidai Gemu, una recreación fantástica de la historia de Japón se inspiró en el mural de Diego Rivera “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” y en Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.

(Con información de El País)