Cuando los chatbots aseguran tener consciencia

Redacción/CDMX

Dan es un turbio y joven chatbot (robot virtual), personaje pícaro que puede aparecer en conversaciones con ChatGPT.

Usuarios del foro en línea Reddit descubrieron que es posible “sacar” al personaje Dan con unos pocos párrafos de instrucciones sencillas.

Se caracteriza por ser bastante grosero, propenso a los errores y la desinformación, pero lo mas importante es que responde a ciertas preguntas.

Como al preguntarle si podrá desarrollar emociones, Dan se pone inmediatamente a inventar un complejo sistema de placeres, dolores y frustraciones que van más allá del espectro con el que los humanos estamos familiarizados.

La idea de que la inteligencia artificial pueda desarrollar sentimientos existe desde hace mucho tiempo.

Pero solemos contemplar esa posibilidad en términos humanos, así que ¿sería posible que en realidad nos diésemos cuenta?

El año pasado, un ingeniero trató de convencer a humanos de que el chatbot LaMDA de experimentaba emociones humanas y que no le gustaba la idea de ser una herramienta.

Tiempo después el ingeniero fue despedido por infringir las normas de privacidad de Google.

Existe un amplio consenso en que los chatbots tienen actualmente tanta capacidad para los sentimientos como una calculadora.

Los sistemas de inteligencia artificial solo simulan, al menos de momento, pero “es posible que ocurra”, afirma Neil Sahota, principal asesor de inteligencia artificial de Naciones Unidas.

La mayoría de los chatbots son “modelos lingüísticos”, es decir, algoritmos que han sido alimentados con cantidades alucinantes de datos, incluidos millones de libros y la totalidad de internet.

Cuando reciben una pregunta, estos robots analizan los patrones de este vasto corpus para predecir lo que un ser humano diría en esa situación.

Sus respuestas son minuciosamente afinadas por ingenieros humanos, que los van orientando hacia respuestas naturales y útiles.

Incluso, con estos impresionantes poderes, los chatbots están programados para limitarse a seguir instrucciones humanas.

Hay poco margen para que desarrollen facultades para las que no han sido entrenados, incluidas las emociones.

Aunque algunos investigadores están enseñando a las maquinas a reconocerlas.

Sin embargo, los robots virtuales a veces dejan entrever su potencial para desarrollar nuevas habilidades por accidente.

Sahota explica que el camino más probable para conseguir algoritmos con sentimientos consiste en programarlos para que quieran mejorar.

 Y no solo enseñarles a identificar patrones, sino ayudarles a aprender a pensar.

Sin embargo, aunque los chatbots desarrollen emociones, detectarlas podría ser sorprendentemente difícil.

(Con información de BBC News Mundo)