¿En qué idioma soñamos?

Redacción/CDMX

Si hablas m´as de un idioma, es posible que esos lenguajes se mezclen en el sueño. pues el idioma que se habla durante el día se traslada a las noches.

Para empezar, en lugar de reproducir al azar fragmentos lingüísticos del día, nuestro cerebro parece mezclarlos con todo tipo de recuerdos o problemas del día.

Incluso puede crear diálogos completos en un idioma desconocido, de fantasía, o en uno en que los soñadores conocen en la vida real, pero que no hablan.

Puedes pensar que dominas tu idioma nativo desde hace mucho tiempo, pero en realidad lo estás actualizando constantemente.

Dice Gareth Gaskell, profesor de psicología que dirige el laboratorio de sueño, lenguaje y memoria de la Universidad de York: cuando aprendemos una palabra nueva, actualizamos continuamente nuestro conocimiento sobre esa palabra hasta que la comprendemos firmemente.

Y para usar la nueva palabra, de manera adecuada y distinguirla de palabras que suenan parecido, debemos vincularla con nuestro conocimiento existente.

Para hacer todo ese procedimiento debemos dormir un poco. Por ende, durante el sueño ocurre esta integración de conocimientos nuevos y antiguos.

Durante el día, nuestro hipocampo, que se especializa en absorber información rápidamente, integra nuevas palabras.

Por la noche, pasa la nueva información a otras partes del cerebro, donde se puede almacenar y conectar con otra información relevante.

Tal proceso de integración y consolidación ocurre durante una fase conocida como sueño profundo o sueño de ondas lentas.

Esta fase se caracteriza por ondas cerebrales lentas.

Los sueños complejos tienden a ocurrir durante una fase diferente, conocida como la fase de Movimiento Ocular Rápido (REM).

Matthieu Koroma, investigador postdoctoral de la Universidad de Lieja en Bélgica dice que cuando estamos dormidos, aún podemos distinguir el lenguaje falso del real.

Sin embargo, durante la fase de sueño intenso, tendemos a bloquearlo. Koroma sugiere que esto podría deberse a que el cerebro se enfoca en los procesos internos.

«Estar despierto es bueno para aprender, y dormir es más para repetir, no para adquirir nuevos idiomas», indica Koroma.

(Con información de BBC News Mundo)