¿Cuál es el café que deja mayor huella de carbono?

Redacción/CDMX

La huella de carbono que produce una taza de café dependerá de varios factores, por ello, un grupo de investigadores de la Universidad de Quebec en Chicoutimi se dio a la tarea de buscar cuál es el método más contaminante.

Durante los últimos 30 años el consumo de café ha aumentado, en promedio diario es de 2.7 tazas por persona.

Se calcula que alrededor de dos mil millones de tazas se consumen en todo el mundo al día.

¿Cuál es el método más contaminante?

Algunos podrían señalar a las cápsulas de un solo uso, pero resulta que estas no son las principales culpables de la emisión de carbono.

Antes de degustar una taza de esta bebida, existen varios pasos a considerar, desde la producción agrícola de los granos.

Así como el transporte, el tostado y la molienda de los granos hasta el calentamiento de agua para prepararlo.

Sin olvidar el lavado de los recipientes donde se sirve.

Todos estos pasos consumen recursos y emiten gases de efecto invernadero.

Para comparar la huella de carbono de los diferentes métodos de preparación del café, se debe tener en cuenta todo el ciclo de vida, como la producción, la fabricación de envases y maquinaria, hasta su preparación y sus residuos.

Para la comparativa se decidió preparar 280 mililitros de café.

En primer lugar, café de filtro tradicional que requiere 25 gramos de café; el café de filtro encapsulado, que contiene 14 gramos, en tercer lugar la prensa francesa que emplea 17 gramos, y por último el café soluble para el cual se necesitan 12 gramos.

Resultados

El café de filtro tradicional tiene la mayor huella de carbono, las razones, utiliza una mayor cantidad de café en polvo para producir la cantidad de café, máxime que consume más electricidad para calentar el agua y mantenerla caliente.

Cuando los consumidores usan las cantidades recomendadas de café y agua, el café soluble parece ser la opción más ecológica, debido a la baja cantidad de café instantáneo que se utiliza por taza, el menor consumo eléctrico de la tetera, en comparación con una cafetera y la ausencia de residuos.

Pero, dado el caso que un consumidor utilice un excedente del 20 por ciento al prepararse un soluble, y teniendo en cuenta que se calienta el doble de agua necesaria para prepararse una taza, las cápsulas parecen ser mejor opción.

Y es que las cápsulas permiten optimizar la cantidad de café y agua en cada consumo.

Comparando el café de filtro tradicional, beber un café de 280 ml en cápsulas, ahorra entre 11 y 13 gramos de café.

Producir 11 gramos de café Arábica en Brasil emite alrededor de 59 gramos de CO2e, este valor es superior a los 27 gramos de CO2e que se emiten por la fabricación de cápsulas y el envío al vertedero de los residuos generados.

Independientemente de la forma en que se prepare, la producción del café es la que más emisiones genera.

Ya que la creciente mecanización requiere riego y uso de fertilizantes que emiten oxido nitroso, cuya producción requiere grandes cantidades de gas natural, que contribuye en gran medida a la huella de carbono.

A pesar de que las cápsulas evitan el excesivo uso de café y agua, esto puede llevar a los consumidores a duplicar su consumo, lo cual sería contraproducente.

Además, quienes las utilicen deberían localizar los centros de reciclaje para evitar que terminen en un vertedero, o mejor aún cambiar a cápsulas reutilizables.

(Con información de The Conversation)