Redacción/CDMX
El escritor estadounidense Russel Banks, quien fuera una figura destacada en la literatura contemporánea y que solía retratar el devenir de la clase obrera, murió el sábado a los 82 años, a causa de cáncer.
Fue autor de obras como Deriva continental, Rompenubes y Los abandonados por citar algunas.
Falleció “pacíficamente en su casa del norte del estado de Nueva York”, así lo dio a conocer la escritora Joyce Carol Oates, este domingo.
Además, Russell, quien era amiga del escritor, subrayó en su cuenta de Twitter: “su obra fue excepcional”, y “amaba a Russell y adoraba su inmenso talento y corazón generoso”.
Agregó que Rompenubes fue su obra maestra, pero toda su obra es excepcional.
Ambos coincidieron en la Universidad de Princeton enseñando Literatura creativa.
Novelista, cuentista, poeta y guionista, a Banks le gustaba narrar las penurias de la clase trabajadora a través de personajes que luchan contra la pobreza, las adicciones y los problemas raciales y de clases sociales.
El autor reflejaba en sus personajes su propio origen y educación, pues era hijo de un fontanero alcohólico, a quien Banks dijo adorar y odiar al mismo tiempo.
Fue muy activo políticamente, se opuso firmemente contra la intervención militar de Estados Unidos en Irak.
Presidió el Parlamento internacional de escritores creado por el escritor británico-estadounidense nacido en India Salman Rushdie.
También fundó la organización Cities of Refuge North America, que daba asilo a escritores amenazados de muerte o exiliados.
Dos de sus novelas fueron finalistas en la carrera por el Pulitzer, y fue galardonado por el Premio John Dos Passos en 1995.
Dos de sus obras se convirtieron en películas: “Aflicción” en 1997, de su novela homónima, sobre un policía de un pequeño pueblo que investiga una muerte en una cacería.
Y “El dulce porvenir” (1997), que se basó en “Como en otro mundo”, sobre las secuelas de un accidente mortal en un autobús escolar en un pequeño pueblo en Nueva York.
“Como escritor, tengo suerte. Pero como ciudadano estadounidense soy pesimista”, dijo a Le Monde en 2016.
Aseguró entonces que la clase media se empobreció y los norteamericanos “ya no creen que sus hijos vivirán mejor que ellos o incluso igual de bien”.
(Con información de Excélsior)