Redacción/CDMX
La historia de Bingo Allison, un residente del suburbio de Norris Green, en la ciudad portuaria de Liverpool, se ha vuelto viral en redes sociales debido a que es reconocido como el primer sacerdote abiertamente no binario en ser ordenado en la Iglesia del Reino Unido.
De acuerdo con el portal Liverpool Echo, Allison, de 36 años de edad, refiere que por su educación ortodoxa no fue fácil asumir su orientación, pues desde pequeño se le dijo que la homosexualidad era un camino pecaminoso, aunado al hecho de que es padre de tres niños.
Sin embargo, cuando se preparaba para ser vicario supo de la existencia del término queer.
“No me había tomado el tiempo de aprender de las experiencias de otras personas. No quería aceptarme y parte de esa negación se manifestó en la negación de las identidades de otras personas”, puntualizó.
A la mitad de su formación como sacerdote pensó en retirarse debido a las dudas que le generaban estos descubrimientos.
Un pasaje del Génesis le ayudó a aceptarse y repensar la existencia de otras identidades: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”. (Génesis 1:27)
Aquel apartado, cuenta, le hizo entender que el libro no hablaba de “hombres y mujeres”, sino que se refería a “la masculinidad y la feminidad”, dos conceptos totalmente diferentes.
“Estaba sentado allí en medio de la noche cuando me di cuenta de que podría necesitar cambiar mi vida. Fue una experiencia espiritual más profunda, sentí correctamente que Dios me estaba guiando hacia esta nueva verdad sobre mí mismo”.
En la actualidad, Bingo se define como genderqueer, o bien, una persona no binaria –por su traducción al español– que no se identifica con el sexo femenino o masculino.
Aunque su transición fue escandalosa en su momento al interior de la Iglesia de Inglaterra, su decisión fue respaldada y, una vez que completó sus estudios, fue ordenado como sacerdote.
Desde entonces, lucha por la inclusión de personas de la comunidad LGBTI y sujetos neurodiversos. Desarrolla asambleas y trabaja en las escuelas con niños para que los temas de género no sean ajenos para ellos.
“La historia de la interpretación bíblica está plagada de opiniones de hombres ricos, blancos, heterosexuales, cisgénero, sin discapacidades, neurotípicos, asumiendo que todos los que los leían pensaban como ellos. Los prejuicios que esto crea excluyen a cualquiera que no encaje de comprometerse plenamente con la Biblia”, concluyó.
(Con información de Milenio, Excélsior y El Universal)