Tal vez fue el mayor compositor y pianista del porfiriato, señala Álvarez
Redacción/CDMX
Ha pasado más de un siglo de la ópera de Ricardo Castro, Atzimba, que se creía que la instrumentación del segundo acto estaba pérdida.
En 2005, Rogelio Álvarez, musicólogo, pianista y experto en la vida y las obras de Castro, inició un trabajo de investigación, el cual lo llevó a descubrir las particellas, es decir, las partituras independientes dentro de la obra, que se encontraban extraviadas.
Álvarez, decidió así escribir el libro de acceso digital de acceso libre, “Ricardo Castro (1864-1907) Documentación y análisis de su obra musical”.
“En mi libro documento todo el proceso creativo de Castro ¿por qué compone las obras? ¿a quién se las dedica? ¿en qué estilo? ¿qué obras de repertorio europeo él estaba tocando y son notorias en su manera de escribir? Luego el análisis de la obra de la obra, como objeto inmanente: su armonía, notas, estilo”, detalla.
Esto llevó a Álvarez a realizar un catálogo exhaustivo que se encuentra al final del libro, catálogos que se realizan de igual manera con artistas como Vivaldi, Bach, y Mozart.
En este se encuentra, cuándo fueron tocadas sus obras por primera vez, cuándo se editaron, noticias sobre las obras.
Para Rogelio Álvarez es importante la obra de Castro, tomándolo como un legado que falta descubrirse, como el de tantos músicos del siglo XX.
Insiste en el rescate de las obras de Castro, al igual que las de muchos músicos para darles el legado que merecen y ayuden en la formación para futuros músicos.
Considera que es necesario el rescate de la obra de muchos músicos como Consuelo Velázquez, María Grever o los maestros de capilla de la Catedral Metropolitana, o una biografía y catálogo de José Alfredo Jiménez.
(Con información de El Universal)