¿Por qué el asco nos ayuda a sobrevivir?

Redacción/CDMX

La Real Academia Española dice, que el asco se trata de “una impresión desagradable que es causada por algo que nos repugna”.

Es una emoción básica y universal que asegura la supervivencia del organismo y que prácticamente todas las especies animales pueden sentirla, aunque en los humanos ha evolucionado por los factores socioculturales denominándola “ampliada”.

Desde un enfoque evolucionista, es un mecanismo de defensa ante elementos contaminantes y potencialmente peligrosos para el organismo, acompañada de una respuesta psicológica, fisiológica y conductual.

Charles Darwin lo define como una sensación de repulsión del sentido del gusto con influencia del olfato, tacto y vista. También puede ser ocasionado por sonidos que lo desencadenan.

El asco es una emoción negativa, sin embargo, su función al igual que el miedo, nos protege de estímulos potencialmente peligrosos que pueden comprometer nuestra vida o salud.

Refleja elementos de personalidad, socioculturales, fenomenológicos, cognitivos, fisiológicos y conductuales que lo caracterizan de otras emociones.

El componente fenomenológico comprende la percepción subjetiva-personal de náusea o repugnancia y constituye en elemento central de la emoción con síntomas cómo:

Somáticos, como las nauseas y el vómito.

Cognitivos, como la preocupación, evaluación negativa con expresiones como: «¡Qué desagradable!» o «¡guácala!».

Comportamentales, como expresión facial de repulsión y evitación.

Múltiples investigaciones afirman que los mecanismos que se activan durante el asco son:

Las amígdalas cerebrales, que permanecen en el sistema límbico; las glándulas noradrenégicas; y ejes hormonales, relacionados con la hipófisis y el hipotálamo.

Si bien el asco es una emoción innata, muchos de los estímulos se deben a factores socioculturales.

Como en el caso de los niños pequeños, se ha comprobado que no tienen esta sensación ante sustancias, objetos u olores específicos, por ejemplo, pueden olfatear, tocar insectos, incluso ingerirlos sin ningún recelo.

Las indicaciones y emociones de asco de personas adultas son las que aprenderán a identificar para después recrearlo.

Es así como distintos alimentos y productos que suelen ser nauseabundos en algunas culturas son considerados apetitosos y únicos en otras.

La sensación de asco también es distinta para cada persona, ya que es posible reprimirla o superarla, por ejemplo, en el caso de los Médicos o personal de servicios fúnebres.

Por ejemplo, las personas cuando entran a un mercado centrado en la carnicería, si no esta acostumbrado a presenciar trozos de animales muertos o el olor de la carne cruda, generara un impulso de taparse la nariz o hacer un gesto de náusea, contrario a las personas que lo hacen habitualmente.

Funciona también como un mecanismo de cohesión social y control, de forma que todo lo que atente contra el orden establecido como la sangre, la violencia, la pederastia, el incesto, etc., nos resultará desagradable e inmundo.

(Con información de Gaceta UNAM)