Redacción / Ciudad de México
El director de teatro Peter Brook, una leyenda de los escenarios del siglo XX y XXI, falleció este sábado a los 97 años, según informó este domingo el diario Le Monde.
Brook nació en Londres en 1925. Fue hijo de emigrantes judíos procedentes de Letonia.
En 1974 se instaló en París donde vivió la mayor parte de su vida y donde recuperó un antiguo teatro para convertirlo en uno de los escenarios más punteros de la capital francesa, el Teatro Bouffes du Nord, lugar donde pudo poner en práctica la síntesis de sus investigaciones escénicas, en obras como Una flauta encantada, basada en la creación de Mozart.
De acuerdo con la Agencia EFE, Brook era conocido como L’enfant terrible del teatro, capaz de aliar las últimas innovaciones y lo institucional con el teatro comercial.
Asimismo, la agencia española afirma que aprendió de los mejores, especialmente a su paso por Nueva York, donde llevó a los escenarios La gata sobre el tejado de zinc, de Tennessee Williams, pero también creaciones de Arthur Miller o Jean Genet. Pero fue la creación y dirección de Titus Andronicus en la Royal Shakespeare Company la que marcó un antes y un después en su carrera y en las propias artes escénicas donde impuso una nueva visión de la obra del autor.
En 1970, creó el Centro Internacional de Investigación Teatral, concepto en el que dio un giro al teatro, pues comenzó a trabajar con actores llegados de medio mundo y con quienes actuó en América, Oriente Medio, África y, sobre todo, en lugares periféricos y barrios de chabolas en busca de una conexión nueva entre el público y la interpretación.
Según el diario El Universal, su pieza más conocida es El Mahabharata, epopeya de nueve horas de la mitología hindú, creada en 1985 y adaptada al cine en 1989.
A los 92 años, escribió y protagonizó la creación El prisionero, que plasma la historia real su viaje espiritual a Afganistán, justo antes de la invasión soviética para filmar la película Encuentros con hombres notables en 1978.
«Brook marcó a generaciones de artistas. Lo descubrí cuando tenía 16 años y llegué a París y descubrí en él otra forma de hacer teatro. Su teoría del espacio vacío me acompaña cada día, así como el lugar del actor, su forma de dirigirlo», señaló a EFE el director Daniel San Pedro.
Para San Pedro, Brook aportó una modernidad y una apertura al teatro al mezclar lenguas y artistas de distintos países sin que esto supusiera un problema.
En 2019, Brook fue galardonado en España con el Premio Princesa de Asturias de las Artes, por su estatus de «maestro de generaciones […], por ser uno de los grandes renovadores de las artes escénicas, con montajes de alto compromiso estético y social».
Con información de: EFE y El Universal.