#Liminal | Entrevista con Moon Ribas, artista cyborg que siente los sismos

Mediante una cirugía, la artista se implantó en cada uno de sus tobillos un sensor. Este dispositivo recibe, en tiempo real, información de sismos a partir de un grado en la escala de Richter

Karen Rivera / Ciudad de México

Moon Ribas buscaba crear un movimiento más allá del que se puede obtener en un estudio de danza. En su investigación, logró desarrollar un nuevo sentido, el de la vibración de la Tierra. Así, la bailarina y coreógrafa española se convirtió en el cíborg o cyborg capaz de sentir los sismos de todo el mundo en su cuerpo gracias a sensores implantados en sus pies.

«Cada vez que había un terremoto en algún lugar del mundo yo notaba una vibración dentro de mi cuerpo y, dependiendo de la intensidad del terremoto, la vibración era más fuerte o menos fuerte. Yo veo esto como un arte en sí, le llamamos el arte cíborg, es el arte de crear y diseñar tu propia percepción de la realidad, lo que pasa es que es un arte qué pasa dentro del artista, porque yo soy la única que percibe ese arte», explicó Moon Ribas.

Mediante una cirugía, la artista catalana se implantó en cada uno de sus tobillos un sensor que mide aproximadamente un centímetro. Este dispositivo recibe, en tiempo real, información de sismos a partir de un grado en la escala de Richter, gracias a que está conectado vía bluetooth al teléfono móvil, que a su vez se sincroniza con los sismógrafos en línea. En promedio, Moon Ribas siente un sismo cada dos horas y la vibración también depende de su nivel de estrés.

«Al final, una manera que tenía de definirlo es que había integrado un nuevo latido en mi cuerpo, no sólo tenía el de mi corazón, sino el de la Tierra latiendo en su propio ritmo dentro de mí».

A partir de su relación con la tecnología, la bailarina cofundadora de Cyborg Fundation, desarrolla performance como Esperando el terremoto, en el que realiza movimientos en función de la intensidad de los temblores que percibe, la idea es que el público sienta la respiración de la Tierra.

«Yo creo que durante muchos años los humanos hemos modificado nuestro entorno para vivir más cómodos, pero quizá ha llegado el momento de diseñarnos a nosotros mismos para adaptarnos mejor a cómo es nuestro planeta», agregó Ribas.