César H. Meléndez | Ciudad de México
En noviembre y diciembre de 2017, el duo artístico Lake Verea realizó una residencia en la Fundación Albers, en Connecticut, Estados Unidos. Allí establecieron un acercamiento íntimo al archivo de Anni y Josef Albers, la icónica pareja de artistas, referentes del diseño moderno.
Cámara en mano, retrataron los rastros intelectuales y materiales de la actividad creativa y personal del matrimonio Albers. Las imágenes producidas durante ese tiempo pueden verse ahora en la exposición 2 x 2 Albers – Lake Verea, que presenta la galería Proyecto Paralelo.
Noticias 22, tuvo la oportunidad de entrevistar a Carla Verea y Francisca Rivero-Lake, artistas visuales del Duo Lake Verea.
«Nosotras aplicamos mientras que estábamos en la residencia varias de nuestras técnicas. Nos ponemos ciertas reglas antes de iniciar un proyecto. Decidimos qué equipo fotográfico vamos a usar, qué cámaras vamos a usar, cómo es que vamos a acercarnos a estos objetos que nos interesan», mencionó Carla Verea, mientras que Francisca Rivero-Lake, agregó que, «Este archivo es interesante porque tiene toda su correspondencia con la gente de la Bauhaus, muchos de los trabajos y cosas con las que pudieron salir de Alemania; pero también todos su procesos, la gente con la que convivieron, la cosmología social de la que eran parte, y rastros muy íntimos y personales como ropa, cartas entre ellos, las tarjetas de navidad que era el único objeto de arte que hacían en colaboración».
Anni y Josef Albers fueron profesores de la Bauhaus en Dessau y Berlín, antes de emigrar a Estados Unidos en 1933, debido a la ocupación Nazi. Entre otras cosas, Anni fue pionera en el renacer moderno del arte textil, mientras que Josef desarrolló toda una teoría sobre la interacción de color, de la que da cuenta su producción artística.
Tal como su título sugiere, la exposición nos presenta un intercambio artístico a cuatro manos. Nos aproximamos al universo personal de una pareja de artistas desde la óptica de otra mancuerna creativa.
«Es muy lindo porque realmente te va enseñando cosas que para nosotros son importantes en los artistas. No son piezas finales que verías en un museo, sino son procesos. […] Son retratos de los procesos. Nosotras usamos para retratar estas obras cámara de perspectiva, lo que te permite deformar la imagen o dar ciertos énfasis en el punto focal. Cada una de estas imágenes finales representan un punto de vista. No es una representación fiel, facsimilar, del objeto en sí, sino que tiene toda una intervención nuestra de cómo nosotras entendemos este objeto en específico o este proceso o este boceto», explicó Verea.