Ganador del Premio Nacional de Ciencias en 1974, publicó más de 170 artículos científicos y 87 libros
Redacción / Ciudad de México
Murió, Ruy Pérez Tamayo, doctor que dirigió la Unidad de Patología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e investigador del Colegio Nacional.
A través de Twitter El Colegio Nacional expresó que la comunidad científica de nuestro país ha perdido a uno de sus mayores representantes.
Por su parte la Facultad de Medicina de la UNAM, externó sus condolencias.
Ruy Pérez Tamayo nació en Tamaulipas en el año de 1924. Estudió medicina en la UNAM, y se especializó en patología con el Dr. Isaac Costero, en México, y con los doctores Gustave Dammin y Lauren V. Ackerman, en los Estados Unidos.
Durante unos 15 años, dirigió la Unidad de Patología de la Facultad de Medicina de la UNAM en el Hospital General de México; a lo largo de una década, el Departamento de Patología del Instituto Nacional de la Nutrición, sin olvidar que fue profesor de patología en la misma facultad en Ciudad Universitaria por más de medio siglo.
También fue catedrático visitante en las Universidades de Harvard, John Hopkins, Minnesota, Galveston, Yale, Tel Aviv, Madrid y Lisboa, así como en Costa Rica, San Salvador, Panamá, Venezuela, Colombia, Chile y Argentina. Razones que explican el otorgamiento del Premio Internacional Menéndez Pelayo, según dio a conocer la Academia Mexicana de la Lengua (AML), institución a la que pertenece el doctor Pérez Tamayo.
Según el medio digital Aristegui Noticias, publicó más de 170 artículos científicos y 87 libros, entre títulos propios y colaboraciones. Entre las publicaciones destacan Las transformaciones de la medicina (2015), Patología de la pobreza (2016), así como los 26 volúmenes que reúnen sus obras completas. Se suman publicaciones para niños, como El viejo alquimista (1984) o sobre la infancia, como Mis amigos de El Colegio Nacional (2010).
Obtuvo el Premio Nacional de Ciencias en 1974; el Premio Luis Elizondo y el Premio Miguel Otero en 1979; el Premio Aida Weiss en 1986; el Premio Rohrer en 1988; el Premio Nacional de Historia y Filosofía de la Medicina en 1995, y la Presea José María Luis Mora en 2002. Es doctor honoris causa por varias universidades mexicanas.
Asimismo, le mismo medio digital agregó que entre sus contribuciones pueden contarse la descripción del efecto de la metionina en la cicatrización de las heridas; describió por primera vez en México la neumonitis reumática, reticulosarcoma de partes blandas, mesotelioma pleural, amibiasis cutánea, criptococosis, enfisema bronquiolar, mesotelioma peritoneal, y señaló las características propias de nuestro medio de la aterosclerosis, los tumores del corazón y pericardio, carcinoma primario del hígado, la tuberculosis, la cirrosis intersticial difusa y el carcinoma bronquiolo-alveolar, y contribuyó en el estudio de los mecanismos humorales del hiperesplenismo, la reabsorción de la colágena y el papel de las células.
Con información de: Milenio y Aristegui Noticias.