El Ictiosaurio fue una clase de reptil marino que pobló los océanos hace 250 millones de años
Rodrigo Peredo / Ciudad de México
Durante agosto y septiembre del 2021, en el embalse de Rutland al este de Inglaterra, un grupo de paleontólogos de la Universidad de Manchester, encabezados por Dean Lomax, excavaron los restos fosilizados de un depredador marino gigante de la era mesozoica.
Se trata de un Ictiosaurio de 10 metros de largo en perfectas condiciones y con un cráneo que pesa alrededor de una tonelada. De acuerdo con el equipo que realizó el hallazgo, éste es uno de los descubrimientos más importantes en la historia de la paleontología en el Reino Unido.
El Ictiosaurio fue una clase de reptil marino que pobló los océanos hace 250 millones de años. Este depredador encabezaba la cadena alimenticia en su momento y, además de cazar peces, crustáceos y moluscos, se sospecha que los de mayor tamaño también se alimentaban de otros Ictiosaurios.
Como puede verse, sus características físicas se asemejan a las de un delfín o una ballena, pero, a diferencia de ellos, el Ictiosaurio podía medir hasta 26 metros de largo. Sus ojos de más de 25 centímetros de ancho, le permitían ver aún en las aguas más oscuras del mar. Con la cola y sus aletas en forma de remo, alcanzaba una velocidad de hasta 35 kilómetros por hora, a pesar de su tamaño.
Se sabe que estos reptiles se extinguieron en el cretácico tardío, aproximadamente 25 millones de años antes del asteroide que acabó con los dinosaurios. Aún es un misterio la causa de su desaparición, pero científicos consideran que pudo deberse al cambio climático o un evento anóxico, fenómeno que reduce los niveles del oxígeno disuelto en el agua.
Hasta ahora, se han descubierto restos de Ictiosaurios en diversas partes del planeta como Alemania, Estados Unidos, Colombia, Argentina, México y Australia, pero el fósil descubierto recientemente en Inglaterra, correspondiente a la especie Temnodontosaurus trigonodon, es el mejor conservado del que se tiene registro.
El estudio de este espécimen llevará alrededor de 18 meses y, además de darnos una pista de los lugares donde habitaban los también denominados Dragones Marinos, revelará más información sobre las condiciones del entorno donde se encontró que, en tiempos de los dinosaurios, no era más que una zona cubierta por el mar.
Después de todas las investigaciones se planea devolver el esqueleto al condado de Rutland en Inglaterra para su exhibición.
Con información de: DW, National Geographic y UNAM.
Imagen de portada: ZUMAPRESS.com / Cordon Press