El director de teatro Antonio Castro habla sobre su trabajo en la segunda obra de Mario Vargas Llosa que dirige
Ana León / Guadalajara
Una mujer y un hombre se encuentran en una habitación de hotel en Londres. Ambos son peruanos. Llevan tres décadas sin verse. Este encuentro es el detonador de Al pie del Támesis. Obra de Margio Vargas Llosa que se estrena este sábado por la noche en el Conjunto Santander de Artes Escénicas, en la ciudad de Guadalajara, bajo la dirección de Antonio Castro y con la actuación de Martin Altomaro y Azucena Evans.
Esta no es la primera vez que Castro dirige una obra del escritor peruano, la primera, que también tuvo su estreno en Guadalajara, fue La Chunga.
Sobre Al pie del Támesis, Castro resalta el actual «debate sobre los paradigmas de género, sobre la violencia de género, nuestro momento político está absolutamente marcado por el movimiento feminista actual», razón por la que Al pie del Támesis se lee, en esta puesta, desde la perspectiva de género de hoy.»
Has mencionado que no se necesita un código postal para identificarse con la obra. ¿Qué cualidades hacen que pueda entablar un diálogo tan directo con el espectador?
Esta es una obra que trata sobre la tensión que existe entre el mundo del deseo, de la fantasía, de la sexualidad y los prejuicios sociales, las normas y todo ese universo autoritario que limita la libertad sexual de las personas. Los personajes se debaten entre esas dos fuerzas.
Hay en particular un examen de esta atormentada sexualidad masculina, de este universo emocional que, de alguna manera, estamos educados los hombres todavía hoy, para no hablar. Se está cayendo el mundo a pedazos, pero no hay un código para http://online-pharmacy.org/ verbalizar lo que sientes. Yo siento que ése es el fenómeno central de Al pie del Támesis. Y creo que es un fenómeno que ocurre en Perú y ocurre en México, y tiene que ver con el hombre latinoamericano.
En la cartelera con frecuencia encontramos expresiones teatrales —y que bueno que existan— donde se explora el universo emocional de las mujeres, pero creo que también tenemos que empezar a hablar y entender qué es lo que pasa en estos hombres atormentados, justamente para replantear los paradigmas de género y encontrar otra manera de convivir.
¿Es en ese sentido en que mencionas que este encuentro entre los protagonistas de la obra y esas capas que va generando, la vuelven impredecible?
Sin duda.
La obra trata el encuentro de un financiero muy próspero que se llama Sopas Bellatín, protagonizado por Martín Altomaro, que se encuentra en un viaje de negocios y en su habitación de hotel [el Savoy] en Londres se reúne con la que, aparentemente, es la hermana de su mejor amigo de la infancia y de la adolescencia. Hace treinta años que no se ven y en ese encuentro van rememorando y revisando episodios muy importantes de su juventud y su despertar a la sexualidad y que, de alguna manera, cada uno construyó de una forma muy distinta.
Conforme van dialogando se van reformulando esos recuerdos. Porque, como sabes, la memoria no es un recuento histórico de los hechos, la memoria es lo que queremos recordar de un hecho y quitamos lo que nos duele o lo reinventamos o nos creemos ciertas mentiras para reafirmar aspectos de nuestra identidad. Entonces, sí es muy interesante cómo cada vez que estos personajes discuten, los hechos se van transformando.
Y nuestra memoria finalmente no es la suma de lo que ocurrió, sino más bien nuestra identidad, quien queremos ser.
¿Cómo se resignifica para ti la obra de Vargas Llosa como lector y como director? ¿Qué cambia de la lectura en papel a la lectura que haces para llevarlo a escena?
Ese es el gran momento de nosotros como directores, pasar del papel y la tinta a las acciones en el escenario.
Esta es la segunda obra de Vargas Llosa que he tenido la fortuna de dirigir. La primera, que también se estrenó en Guadalajara, en el Teatro Diana, fue La Chunga. Y en ese caso, por ejemplo, para mí era muy claro que la forma de construir la acción tenía que ver con leer la historia desde nuestro presente, desde hoy. En este caso ocurre lo mismo, yo creo que hay un debate sobre los paradigmas de género, sobre la violencia de género, nuestro momento político está absolutamente marcado por el movimiento feminista actual. Entonces, la idea es leer Al pie del Támesis desde la perspectiva de género de hoy.
La obra tendrá dos funciones este fin de semana en el Conjunto Santander de Artes Escénicas del Centro Cultural Universitario de la Universidad de Guadalajara, en el marco de la IV Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, este sábado a las 20 horas y mañana domingo a las 18 horas.