Anthony C. Grayling, presentó, El buen libro. La Biblia humanista, un libro que reflexiona sobre la condición humana, la religión y la historia de la humanidad
Ohmar Vera / Ciudad de México
Como parte de las actividades del primer día del Hay Festival Querétaro, el escritor y filósofo británico Anthony C. Grayling, expuso en una conversación con el escritor y editor mexicano Eduardo Rabasa, una reflexión sobre la condición humana, a la luz de su más reciente obra, titulada: El buen libro. La Biblia humanista.
En el diseño del libro, el aclamado filósofo emula la presentación de la Biblia, en su disposición en capítulos y versículos cortos, para imaginar cómo hubiera sido la historia de la humanidad si los libros sagrados de las religiones judeocristiana e islámica, hubieran mostrado una perspectiva humanista y no dogmática, sobre cómo se debe vivir una buena vida.
«Observé que las grandes teorías de la ética pertenecen a dos grandes familias, por un lado está en la religiosas sobre la vida y cómo se debe vivir, y casi todas ellas se fundamenta en la idea de una respuesta a una exigencia, un Dios hacia algún tipo de requerimiento, en el cual si uno cree en algo obedece y sigue las instrucciones y esa es la fundación de su vida ética, sin embargo hay otra familia de posiciones éticas en tanto más humanistas, se basa en la premisa de qué nosotros, los seres humanos, debemos hacernos responsables por identificar lo bueno y lo malo y por vivir en función de ello», comentó Grayling, durante la charla.
La obra escrita a lo largo de 30 años está inspirada en el pensamiento de Herodoto y Cicerón, Confucio y Mencio, Montaigne, Bacon y otros tantos filósofos. El texto que comienza con reflexiones sobre el origen y el progreso del mundo y la vida humana dentro de él, se enfoca después en las preguntas de, cómo se debe vivir la vida, cómo nos relacionamos entre nosotros y cómo se deben enfrentar las vicisitudes y apreciar las alegrías.
«Me pareció entonces que si las personas que han tomado la biblia como religión hubieran revisado todos los escritos seculares, las cartas, los ensayos, todas las discusiones filosóficas y unidos todos esos textos religiosos y proféticos para hacer la biblia, así como reunieron todos los textos religiosos y proféticos, habrían hecho un libro muy diferente, un Biblos, si usamos la palabra griega, que literalmente significa pequeño libro, y ese libro diferente nos habría llevado a una historia muy diferente por qué no habría hablado de dioses, de castigo o recompensa, sino que hablaría más bien de la experiencia humana, lo que nosotros como seres humanos debemos hacer para responder la pregunta, ¿cómo debo vivir?», agregó.
Para esta época en la que muchos descubren que la religión ya no les habla, El buen libro es una imponente hazaña literaria: un libro práctico de la vida que invoca las mentes más grandes del pasado en el eterno desafío de ser humano.
«Muchas veces los taxistas en Londres me preguntan, ¿cuál es el sentido de la vida?, y yo sé cuál es la respuesta a esa pregunta no porque la haya encontrado, sino porque la gran tradición filosófica nos la da. La respuesta a esa pregunta es el significado que usted le da a su vida, pues cada persona a título individual tiene la misión, responsabilidad y la oportunidad que hacer que su vida tenga sentido propio» concluyó el filósofo.