Desde la medición del ritmo cardíaco de los deportistas hasta un robot asistente, un vistazo a parte de la tecnología implementada en los Juegos Olímpicos
Karen Rivera / Ciudad de México
Se acerca el final de los Juegos Olímpicos y es imposible no hablar de la tecnología que se utilizó en las justas deportivas. La ciudad más futurista del mundo nos mostró que se ha dado un gran paso en la transmisión de todas las competencias. Hago un recuento de los avances tecnológicos que éstas nos dejaron.
Desde los latidos del corazón y la carga de adrenalina experimentada por un atleta hasta un robot capaz de jugar baloncesto, fueron parte de los atractivos de las transmisiones de los Juegos Olímpicos realizadas este 2021. Tokio buscó que los espectadores a la distancia y presenciales observarán a detalle elementos necesarios en una competencia. Ejemplo de lo anterior fue en la disciplina de Tiro con Arco, en la que se apreció la frecuencia cardíaca, la presión y la capacidad para controlarse en directo de los arqueros.
Lo anterior fue posible gracias a controles biométricos y a cuatro cámaras colocadas aproximadamente a doce metros de los atletas, éstas tenían la misión de enfocar sus rostros y medir los cambios en la coloración de su piel, lo que indicaba la contracción de sus vasos sanguíneos. De acuerdo con investigaciones científicas, el tono facial está asociado a cambios sutiles de la circulación sanguínea impulsada por el sistema nervioso central. Es por ello que esta tecnología identificó las emociones de los arqueros en competencia con ayuda de un algoritmo y el color de su rostro.
Las justas deportivas de Tokio contaron con un socio fundamental, la empresa Intel, que utilizó innovaciones basadas en plataformas 5G, Inteligencia Artificial y medios inmersivos con enfoque en tres áreas específicas: conexión, computación y experiencia. Sin duda, la tecnología Intel 3 DAT sorprendió a todos. Se trató de la primera solución de visión por computadora que, a través de la inteligencia artificial, mejoró la experiencia de los fanáticos mostrando información de las competencias casi en tiempo real. Este desarrollo requirió de cuatro cámaras de video 4K altamente móviles colocadas en inclinación horizontal para capturar la forma y movimiento de los deportistas.
Luego se aplicaron algoritmos de estimación de pose para analizar la biomecánica de los movimientos de los atletas y después, el sistema transformó esos datos en visualizaciones de superposición que se pudieron observar en las repeticiones. En otras palabras, ese fue el motivo por el que el público pudo ser testigo de las hazañas de los competidores en tres dimensiones.
La sede de los Juegos Olímpicos 2020 también nos presentó una familia de robots que acompañó a los deportistas debido a la ausencia de público este año. Uno de ellos fue Pepper, un humanoide blanco equipado con inteligencia artificial capaz de analizar los gestos, tono de voz y emociones de los interlocutores, fue utilizado para labores de asistencia y su objetivo principal fue interactuar con los humanos.
Quien se llevó las miradas en las competencias de baloncesto fue el robot Cue, inspirado en un personaje de manga japonés, de color negro y a escala humana. Gracias a su tecnología basada en algoritmos de mapeo 3D, encestó tres veces desde el tiro libre, triple y centro de campo.
Los primeros juegos olímpicos fueron televisados en 1936 en blanco y negro. En 1964, Tokio fue pionero en proyectar las olimpiadas en color, y este 2021 fue precisamente la capital de Japón la que nos permitió seguir la concentración, fuerza, frustración, incluso el ritmo cardiaco y movimientos en 3D de los deportistas, así como el sonido capturado desde todas las dimensiones de las competiciones, en una experiencia casi inmersiva al alcance de la palma de la mano.