«Mucha Madre»: ser y no ser madre, una reflexión desde el trazo

Editado y prologado por Andrea Fuentes, este texto reúne voces variadas en torno al ser y no ser madre y los mandatos impuestos a los cuerpos femeninos

Ana León / Ciudad de México

Escribe Clarisa Moura:

«Odiarse madre.

Amarse madre.

Temerse madre.»

Ser madre.

No ser madre.

En mayo del 2021 se terminó de imprimir y encuadernar Mucha Madre (Almadía). Un texto editado y prologado por Andrea Fuentes que reúne desde la palabra, pero también desde la imagen, las ideas de diferentes mujeres que son y no son madres. 

Once escritoras acompañadas por ocho ilustradoras desgranan las idas y vueltas de la maternidad; aquello que se grita, todo lo que se calla; lo obvio, lo invisibilizado; el mandato social y la búsqueda de narrar la maternidad con un discurso propio.

En esta entrevista charlamos con dos de las ocho ilustradoras: Amanda Mijangos y Liz Meville.

Amanda Mijangos: Yo leo este proyecto no como una especie de anecdotario, como que eso existe en la primera capa de lectura, pero un poco como que si profundizas, es más bien como una especie de caleidoscopio de lo que es una persona o una mujer que, dentro de todo lo que pueda ser, es también madre o decide ser madre. Porque, además, en el caso de este libro, pues en realidad es una decisión.

Escribe Ave Barrera, una de sus autoras: «Estoy consciente de que ser o no ser madre es una cuestión de privilegio». «Tal parece que somos libres de elegir, siempre y cuando elijamos lo que la sociedad quiere…». 

¿Cómo Ilustrar la idea de la maternidad desde la no maternidad?

Amanda: ¿Cómo va a ser que tú escribas o que ilustres sobre un tema que no conoces? Por ejemplo, estas ilustrando un texto sobre la maternidad y no eres madre. Pero puedes relacionarte y conectarte con esas palabras. O puedes, desde una realidad o una verdad o una situación que te ocurre efectivamente, extrapolarlo para construir una ficción también.  

Liz Meville: A mí me importaba que fuera ese spread que jugara en una sola imagen y, de pronto como ese negativo y positivo de las flores, como botánica con cianotipias, como ese juego entre el negativo y positivo. Que siempre están como estos dos lados siempre en equilibrio, digamos, los puntos a favor y los puntos en contra.

Amanda: En general, me resulta importante tratar de alejarme lo más posible como de los estereotipos y luego regresar a pensar, desde mí, qué significa esto que quiero ilustrar. Que en este caso, evidentemente es la maternidad o las maternidades y la mujer, el cuerpo; yo no soy mamá, pero soy hija y soy nieta de alguien que fue mamá. Entonces, como que también hay un lugar ahí desde el cual puedes hablar.  

El cuerpo es político. 

Lo personal es político. 

La maternidad es política. 

Imagen cortesía de Amanda Mijangos

¿Cómo se filtra ese ser político en la ilustración? 

Liz: Como que lo quise abordar desde un tema un poquito más sentimental e íntimo y pues yo creo que sí, obviamente, eso tiene que ver con llevarlo a un lugar más politizado.

Amanda: El tema del posicionarse frente a un texto para generar ilustraciones es para mí absolutamente necesario en este oficio, porque más allá de si uno produce o no imágenes literales, conceptuales y metafóricas, que si tú no tienes claro frente a qué te estás parando y desde qué lugar lo estás haciendo, realmente no puedes decir absolutamente nada. Y creo que en un proyecto como este es, además, absolutamente necesario. Pero en el caso de las imágenes es complicado, porque eso está, pero además está completamente depositado en las formas que ya nos van a remitir y nos van a cargar como de sentido lo que sea que estemos diciendo y que, además, van a ser interpretados por miles de maneras por cada lector o lectora que se pare enfrente de ellas.  

Madre biológica.

Madre adoptiva.

Buena madre.

Mala madre.

Madre animal. 

Madre aséptica.

¿Cómo representar la maternidad desde el trazo? 

Liz: En un principio había platicado más de hablar de mi relación con mi mamá o como cuál era mi perspectiva en torno a la maternidad. Yo siento que para mí fue complicado. Sí como que me llevó a tener que plantear muchas perspectivas, como a tratar de entender desde otro punto de vista y cómo iba a llevarlo a no sólo ser mi experiencia personal. 4:10 

Amanda: Finalmente lo que nosotras estamos haciendo como ilustradoras es relacionarnos también con un texto concreto. Ahí está también el cómo te conectas y cómo reaccionas, digamos, como a la postura que la escritora con la que estás emparentada también plantea.

Subvertir.

Reinventar.

Reescribir.

Transformar… 

… la maternidad.

Imagen de portada cortesía de Amanda Mijangos