Ópera prima del director Andrés Kaiser
Julio López / Ciudad de México
Feral, ópera prima del director Andrés Kaiser, es un complejo rompecabezas en el que cada pieza embona a la perfección para formar en conjunto un filme solido de terror psicológico.
El personaje principal está inspirado en Gregorio Lemercier, fundador del monasterio de Santamaría de la Resurrección, cuyos estudios sobre fe y psicoanálisis provocaron la ira del Vaticano y el cierre del lugar. El filme sugiere que uno de los monjes viajó a un lugar recóndito para continuar con sus estudios, ahí, por casualidad, encontró un niño feral, un niño salvaje.
«Esta película que mezcla falso documental y metraje encontrado era como llegar a mezclar estos dos géneros y generar una película unificada. Eso le daría al espectador, además de una experiencia hiperrealista en el cine, cierta capacidad para decidir a quién le creo», comentó en entrevista el cineasta, Andrés Kaiser.
Este joven indómito se convierte en la obsesión y objeto de estudio de Juan Felipe de Jesús. Su experimento no pasa desapercibido y pronto comienza a causar tensión y desconfianza entre los habitantes de la región.
«Yo no quería una película que fuera un horror convencional, sino que pudiera tocar diversas aristas o diversos temas y que enriquecieran la narrativa, y justamente no se quedara en lo anecdótico», comentó.
Feral se aleja por completo de las versiones literarias románticas sobre niños salvajes como Tarzán y El libro de la selva, aquí, se nutre de casos reales documentados como el de Víctor, un niño salvaje que en el año 1800 fue encontrado deambulando desnudo cerca del pueblo francés de Aveyron.
«[…] hicimos un año de casting y un año de entrenamiento. Después cuando elegimos a los tres niños, se prepararon muchísimo y eso afloro una serie de capacidades que tenían», concluyó Kaiser.
Lo que es una tragedia, como suele ser para el cine mexicano de calidad, es que Feral llegará a un reducido número de salas cinematográficas. Así que si la ven en cartelera no pierdan la oportunidad de mirarla en pantalla grande.