«Valentina o la serenidad»: abordar el duelo a través de los ojos de las infancias

El proyecto cinematográfico hace un retrato de la muerte y de cómo se procesa la ausencia

Redacción / Ciudad de México

Valentina o la serenidad, película de la actriz y directora mixteca Ángeles Cruz, narra la historia de Valentina, una niña de siete años que vive en Villa Guadalupe Victoria, Oaxaca, tras la muerte de su padre. Planteando un viaje que transita de la pérdida a la aceptación dolorosa de la muerte.

En entrevista, con el área de comunicación de la Secretaría de Cultura, Cruz cuenta que la historia surge a partir de una experiencia personal. «Perdí a mi padre a los nueve años y para mí fue difícil procesar el duelo. Trato de emular esta muerte repentina, que no es la despedida prolongada de una enfermedad, sino inesperada. Es un proceso doloroso, pero creo que la voz de la infancia tiene mucho que decir respecto a los procesos de duelo».

Valentina o la serenidad es uno de los proyectos seleccionados en la convocatoria del Estímulo para la Creación Audiovisual en México y Centroamérica para comunidades indígenas y afrodescendientes 2021 (ECAMC), del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine).

Originaria de Villa Guadalupe Victoria, la directora está interesada en realizar la película en el contexto de su comunidad, por lo que actualmente trabaja en talleres con distintas niñas y niños del lugar para encontrar a quienes serán las y los protagonistas, y los personajes de la historia.

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Ángeles Cruz es egresada de la licenciatura en Actuación de la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Ha participado como actriz en largometrajes nacionales e internacionales; además, ha dirigido cortometrajes como La CartaLa Tiricia o cómo curar la tristeza y Arcángel. Su ópera prima, Nudo mixteco, fue acreedora al Premio del Público en el Festival Internacional de Cine de Las Palmas (España) y en el San Francisco Film Festival (EE.UU.), además fue ganadora a Mejor Película en el MOOOV Film Festival de Bélgica.

«Ya había trabajado en La tiricia o cómo curar la tristeza con una niña de cinco años, Vanessa, y también con Valentina, que es tremendísima chamaca y buenísima actriz; en Nudo mixteco trabajé con Laurita, una niña de diez años. Mi experiencia con las niñas y los niños ha sido maravillosa», cuenta.

Valentina o la serenidad será grabada en mixteco (ñuu savi) y en español; actualmente se encuentra en periodo de formación.

«Esta etapa de formación hay que valorarla, porque te da herramientas técnicas. Ahora empecé clases con Diana Cardozo (directora de Siete instantes, 2008), seguiremos con foto, audio, diseño sonoro y terminaremos con Fernanda Valadez (directora de Sin señas particulares, 2020)».

Al término del proceso de formación, los proyectos seleccionados del ECAMC 2021 tendrán sus carpetas de producción y propuestas cinematográficas sólidas que podrán presentar a diversas convocatorias de apoyos al cine.