Un acervo de colecciones que dan cuenta de los proyectos, siempre más allá de lo institucional y al margen, que han hecho del Museo del Chopo su punto de encuentro
Karen Rivera / Ciudad de México
Con el objetivo de compartir con el público el acervo que resguarda el Museo Universitario del Chopo, se creó el repositorio digital Desobediente. Se trata de una plataforma que permitirá conocer los proyectos, colectivos y prácticas vinculadas a la historia del recinto y que funcionará como una herramienta en la realización de investigaciones culturales.
Carlos Gasca, coordinador de este archivo: «lo que observamos después de conocer, investigar sobre el acervo, nos dimos cuenta que, por una lado, la misma historia del museo estaba vinculada, a pesar de ser un museo, una institución dentro de la Universidad, estaba muy vinculada desde siempre a la apertura y a la posibilidad que en él se dio para que hicieran de este lugar —una serie de colectivos, personas que no tenían otro espacio—, hicieran del museo un espacio suyo, entonces desde siempre el museo tuvo un carácter abierto.
»Lo manejamos como un ejercicio de reconocimiento a todas estas personas, estos proyectos que no tuvieron y, quizá no tienen aún, ese espacio para que a partir de aquí se pueda valorar el trabajo, valorar todas esas energías que imprimieron en su momento y también que a partir de este momento se pueda generar conocimiento, investigación, porque al final se trata de una herramienta sí de divulgación, pero también de generación de conocimiento del futuro.»
Hasta ahora, el Archivo Desobediente se compone de alrededor de 800 documentos de tres acervos: el Fondo Histórico, integrado por materiales que datan desde el origen del Museo, en 1975, a fechas recientes; Las Colecciones Heterodoxias, compuestas por los registros provenientes de los espacios artísticos alternativos y proyectos de la escena cultural no oficial; así como de la Fanzinoteca.
«Hacer un fanzine es una actividad completamente libre, autogestionada, que siempre va un poco del lado del activismo, de la disidencia. Entonces, veíamos que este rasgo que los unía tenía que ver con este pensar siempre fuera, pensar fuera del margen, estar al margen, mantenerse siempre críticos y siempre libres, entonces por eso ubicamos esa metáfora de la desobediencia como un rasgo fundamental en lo que compone el material del archivo.
»Podemos encontrar, por ejemplo, la colección de Carlos Alvarado que fue uno de los fundadores, junto con un colectivo amplio, pero él participó de manera muy importante en la fundación del tianguis cultural de El Chopo. Tenemos también, por ejemplo, dentro estas Colecciones Heterodoxias, la colección que Ramón Sánchez Lira, un artista gráfico —que hizo para los carteles y volantes de lugares importantes en la ciudad—, que sentaron un precedente que fueron el Bar El Nueve y el LUC, que fueron espacios de fiesta, de presentaciones culturales.»
El acervo se irá enriqueciendo y la invitación es a visitarlo en la página archivodesobediente.chopo.unam.mx.