El científico mexicano será homenajeado con esta iniciativa de un equipo de científicos e ingenieros de la NASA
Karen Rivera / Ciudad de México
Un equipo de científicos e ingenieros de la NASA decidieron identificar una de las montañas de Marte con el nombre del astrobiólogo mexicano Rafael Navarro. Lo anterior como un homenaje a quien fuera investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM y dedicara su trabajo a estudiar los ingredientes básicos para la vida en el ambiente marciano. Aquí, una entrevista con Christopher McKay, científico del Centro de Investigación Ames, de la NASA, quien nos habla de esta decisión.
«Creo que hablaron con la familia de Rafael sobre las opciones para nombrar algo en Marte, una montaña o un valle o un avión, y todos estuvieron de acuerdo en que una montaña sería una buena opción. Y esta era la montaña en la que estaba cerca el Rover cuando Rafael murió.»
En 2011, la NASA envió la misión Curiosity a Marte con el objetivo de buscar vida en el llamado planeta rojo. El doctor Rafael Navarro fue el único latinoamericano en participar en este proyecto y lo hizo gracias a la invitación del científico planetario Christopher McKay, con quien trabajó durante dos décadas. La montaña “Rafael Navarro” en Marte se encuentra en una región de transición al noreste del cráter Gale y tiene una altura de 120 metros. Se trata de una zona rica en arcilla y sulfatos minerales, materiales que se forman en agua líquida y permiten comprender los cambios en el clima de este objeto cósmico. En la búsqueda de vida microbiana en ambientes extremos, el astrobiólogo mexicano tuvo múltiples aportes.
«Rafael hizo muchas contribuciones importantes, pero destaca una de ellas, el descubrimiento más importante e interesante que realizó fue el descubrimiento de los efectos de perclorato en el suelo, en las misiones Viking. Estos fueron un misterio de los resultados de Viking obtenidos en 1976 y realmente no fueron entendidos hasta 2009, cuando Rafael hizo sus experimentos, por lo que resolvió un misterio de treinta años.»
Rafael Navarro reprodujo en su laboratorio los experimentos realizados por el programa Vikingo de la NASA, que consistió en dos misiones lanzadas a Marte en 1975, y concluyó que los percloratos encontrados por ambas provenían de la quema y oxidación de compuestos orgánicos que podrían alimentar o alimentaron vida microbiana. Sus hallazgos le permitieron participar en el diseño del laboratorio portátil SAM, corazón del robot Curiosity, que explora el cráter Gale y hasta ahora ha encontrado evidencia de nitratos, elementos esenciales para crear moléculas como proteínas, ingredientes esenciales para la vida como se conoce en la Tierra.
«Creo que todavía estamos buscando vida. Creo que tendremos que ir a lugares donde hay hielo y buscar evidencia de ella. Mi propio interés es enviar una misión a las regiones polares, a las regiones polares del norte y perforar el hielo. Así que busco vida. Ahora hay misiones que irán a Marte y traerán una muestra de regreso y, tal vez, la encontremos de esa manera, pero el objetivo sigue siendo la búsqueda de la vida. No lo hemos logrado.»
Los nombres oficiales para los objetos en el espacio los otorga la Unión Astronómica Internacional. Recordemos que esta institución dio el nombre “Erro” a un cráter de la Luna en 1970 en honor al astrónomo mexicano Luis Enrique Erro. Con esta iniciativa de la NASA el nombramiento formal de la Montaña “Rafael Navarro” será más rápido. Además, este sitio marciano será clave en las exploraciones de Curiosity el próximo año.