Aúna México, plataforma para nuevas representaciones políticas de las mujeres

Conversamos con una de sus fundadoras para conocer cómo se articula y acciona este espacio

Ana León / Ciudad de México 

Aúna es una plataforma de reciente creación que habilita un espacio, como lo menciona una de sus fundadoras, Elisa Gómez, maestra en gobernanza global, donde mujeres en la política, sin distinción de partido, se encuentran, se reconocen y comparten sus aprendizajes. Es también un espacio para esas nuevas voces que desean entrar en la arena política. Se organiza entre fundadoras y nominadas, todas ellas, mujeres que creen en la política y desean que ésta sea mejor. 

«Aúna se inspiró en otras plataformas que ya existen a nivel mundial. Una de las más conocidas es la plataforma Justice Democrat de EE.UU, que fue la plataforma que impulsó, por ejemplo, a Alexandra Ocasio, pero en América Latina también hay varias. En Chile, por ejemplo, frente al proceso constituyente que va a vivir ese país, también existe una plataforma parecida. En Colombia hay varios casos, también en Brasil.»

«Aquí en México, un grupo de mujeres, conociendo esas experiencias y también de conversaciones informales en un chat de cómo participar y qué hacer frente a la situación que viven las mujeres en México, particularmente el caso de la violencia que bueno, tiene su mayor y más grave expresión en los feminicidios, dijeron, bueno ¿qué hacer más allá de estarse quejando o criticando? Y decidimos que no hay de otra más que participar.»  

Entre sus fundadoras también se encuentran las productoras Daniela Alatorre y Elena Fortes, la locutora y escritora Elvira Liceaga, las también escritoras Guadalupe Nettel y Luisa Reyes Retana; la comentarista deportiva Marion Reimers, y la bióloga, Leonora Milán; en total 93 profesionales en diversas ramas.

«Y participar en el sentido de acompañar y yo diría, reivindicar la participación política de las mujeres. Lograr que erradiquemos la violencia de género, lograr mayores condiciones de igualdad para las mujeres, pues en un sistema como en el que vivimos pasa forzosamente por la participación política.»

La agenda de Aúna se establece sobre cinco ejes: Construir la paz y la justicia, Igualdad de género, Protección al medioambiente, Políticas para el bienestar, Política económica y con equidad. Pero, ¿cómo traducirlo en acciones concretas esta agenda? 

«Te diría que desde una posición muy humilde y pragmática en el sentido de construir desde lo que hay. Ese cómo, es con esas mujeres que ya están dentro de la política, con mujeres que ya están dentro de los partidos políticos.

»Dentro de nuestras nominadas hay también dos subgrupos: mujeres que ya tienen una experiencia en la vida política, varias de ellas están buscando una reelección de sus cargos, y mujeres, sobre todo jóvenes, que recién quieren ingresar a la arena electoral y que también requieren este acompañamiento. Les proveemos desde herramientas de comunicación, de negociación, de solución de conflictos, pero también, efectivamente, el tema de la agenda. Sin bien queremos que haya más mujeres en la política, queremos también que estos liderazgos vayan acompañados con agendas concretas. En este caso es una agenda, yo calificaría, progresista, con un toque desde el feminismo. 

»Incluso estamos proponiendo ir más allá del paradigma del Estado de Bienestar, por ejemplo. Por supuesto que defendemos la rectoría del Estado en esta materia. Ahí, por ejemplo, un tema muy relevante de la agenda feminista, regional y global, es el tema de los cuidados: ¿cómo colocar los cuidados al centro de la organización social? Tenemos también el tema de la agenda ambiental; el tema de la economía, pero una economía con equidad. 

»Es una agenda que parte de ya muchas propuestas que se han hecho. Y lo que estamos haciendo es eso: socializarla, reconstruirla, actualizarla y poner al centro la igualdad de género y los DDHH de las mujeres.»

Un tema urgente frente al pacto de silencio que opera en todas las esferas, desde la vida cotidiana hasta los más altos niveles de la vida política de nuestro país. 

El proceso de selección se realizó el año pasado de manera virtual. Todas pasaron por los mismos filtros. Podían ser nominadas o autonominarse. En palabras de Elisa, desde este proceso inicial, se buscó reivindicar que las mujeres, aunque estén en diferentes partidos, pueden identificar quién hace una buena labor, quién tiene un buen desempeño, quién está a favor de las mujeres. 

«Se buscaba que fuera un liderazgo de alguna manera innovador, genuino, con autonomía, con cercanía a sus comunidades. Luego hubo un comité de selección que las entrevistó y otras diferentes etapas, hasta conformar un grupo de entre 40 y 50 nominadas que ya están seleccionadas. Todos sus perfiles están anunciados en la página web, se pueden revisar. 

»Cada una de ellas tiene su proyecto individual, digamos, que responde a su trayectoria, a su historia, a su militancia en cada uno de los partidos. Pero, lo que las une y no “aúne” en la plataforma, es el tipo de liderazgo que ejercen, lo que las une, lo que nos une, es esa construcción de esa agenda.

»La plataforma las está acompañando en este proceso previo a las elecciones, pero las va a seguir acompañando después. No estamos sólo para el 2021. Queremos estar para el 2024 y las décadas que sean necesarias para seguir teniendo un espacio de organización.

»Es ese espacio en donde pueden combinarse. Las nuevas, las jóvenes, le meten energía, le meten innovación, nuevas ideas, sí es real que hay un entendimiento generacional de los problemas; y las experimentadas, pues eso, ponen su experiencia a disposición del grupo.»

Se habla de “nuevas representaciones políticas”, ¿cómo se trabaja con cada una para construir estas nuevas representaciones políticas? 

«La idea de acompañarlas es por ejemplo, ayudar a que cuando ya estén en el cargo, esa agenda se cumpla. No somos ingenuas a que con una varita mágina se logre, es una batalla que ellas dan dentro de los partidos, pero es una batalla que ya estan dando desde ahorita, porque es un hecho que no son bienvenidas con los brazos abiertos. Las mujeres, por más que hayamos avanzado en la reglamentación, en la legislación, sigue siendo un tema que pues sí, suena prehistórico, pero es increíble que siga habiendo tanto riesgo, tanta violencia. Tantos obstáculos para que las mujeres puedan desarrollar plenamente sus derechos político-electorales. 

»No queremos que cuando las mujeres decidan hacer política en automático las coloca en una situación de riesgo. Es que eso es lo que es gravísimo y hemos normalizado, y que en este caso también queremos demostrar que existen estas expresiones de organización, y somos mujeres que creemos en la política y que queremos que esa política sea mejor. 

»Aúna lo que quiere, es avanzar en una nueva forma de hacer política. No sé si “nueva” sea el adjetivo más propio, pero una forma de hacer política diferente, que no pase exclusivamente por el dinero. Claro, se quiere dinero para mover las cosas, pero no puede ser el elemento que defina al final quién está ocupando un curul o quién está ocupando una presidencia municipal.»

¿Cómo volver a confiar en figuras políticas en un país corrupto? 

Es un poco demostrarle al electorado que sí, ok, Aúna no les puede prometer en los próximos dos años un escenario completamente distinto. Ni tampoco queremos decir, miren, éstas son las nuevas mujeres que son de este nuevo partido, no, lo queremos decir es: “miren, hay buenas mujeres haciendo política, hay que identificarlas, hay que reconocerlas, hay que acompañarlas. 

Una de mis compañeras fundadoras, Mariana Niembro, menciona mucho “las hemos dejado solas”, las que están en la política, las buenas que están en la política, son las que están dando la batalla. Es un poco decir, “conozcan a mujeres que han hecho un buen trabajo o que quieren hacer un buen trabajo” y solas no pueden, porque desgraciadamente no son la mayoría, queremos que sean la mayoría. 

En México la participación ciudadana sigue siendo, no sé cómo calificarla, como poco madura, muy corporativa, muy clientelar, entonces cualquier expresión de organización, sin fines de lucro que no representa ningún interés fáctico en particular, pues claro que causa cuestionamientos, dudas, sospechas, yo creo que en medida que avance el proceso electoral, seguramente habrá cuestionamientos de que “¿y quién está detrás de estas mujeres y cómo?” Y yo creo que es algo parte también de lo que buscamos mostrar: que habemos ciudadanas, habemos mujeres sin estos intereses que nos muevan detrás. Sí tenemos el interés de que México avance en una democracia paritaria, una democracia de calidad. 

Yo creo que el hecho de que la plataforma reúna a mujeres de distintos partidos, para mí es como, abonando a esta confianza a esta credibilidad, a pesar de lo corrupto que es el sistema político, de los abusos del poder que también creo que los hemos normalizado, hay mujeres dentro de esas estructuras que hacen un buen trabajo. 

No sé si esa confianza y esa credibilidad las vamos a lograr tan automático. Pero también es un poco decir, miren, habemos noventa fundadoras que no queremos contender por ningún cargo, pero que reconocemos que es a través de la política y es a través de la vía electoral lo que tenemos hoy en día. 

Económicamente, ¿cómo se sostiene un proyecto como éste? 

Es un gran reto y es obviamente, en un marco de un país como México en el que la financiación de la política es un tema en el que todavía hay que reformar, limpiar y seguir viendo diferentes opciones. Hasta ahora, se sostiene de puro y exclusivo trabajo voluntario, el tiempo que le invertimos las fundadoras a este proyecto, que no corre por nuestra profesión del día a día en algunos casos, en algunos otros sí, todo ha sido con recursos de las fundadoras, desde tiempo hasta expertis en ciertos temas, quienes también han donado en especie, pero también con dinero, todo con transparencia, justamente porque la ley electoral en eso es muy rigurosa, la fiscalización. 

Aúna no busca ser un partido político. Por ahora, y como me explicó Elisa, Aúna no cuenta con una constitución formal. Se está estudiando la conveniencia y las posibilidades de hacerlo más adelante, pero hoy el marco jurídico mexicano no prevé una figura jurídica que corresponda a lo que la plataforma busca: trabajar en red e impulsar activismo político.

«No somos una plataforma que a cada una de las nominadas les va a dar un cheque o una bolsa de a ver, vayan y hagan su campaña. Ni tenemos esos recursos ni es la intención, porque cuando hablamos justamente de “nuevas representaciones” pasa por eso. En este país, mucho del clientelismo tiene que ver con la forma en la que financiamos la política.

»Nosotras como plataforma no queremos ni pretendemos ser un partido político, pero sí tenemos que tener atención a lo que la ley electoral también marca, porque finalmente estamos hablando de actividad política.

»Estoy convencida de que en este país no va a haber justicia social si no hay justicia de género y que esa justicia de género pasa sí o sí por el tema de la representación política.»