Se cuestiona la libertad de expresión en el país y se condena la represión de la policía catalana contra los manifestantes
Redacción / Ciudad de México
Las calles catalanas son escenario de una tercera noche de protestas para pedir la liberación del rapero Pablo Hasél encarcelado el martes. Hasél había sido sentenciado a nueve meses de prisión por unos mensajes contra la monarquía, pero luego de que fuera detenido y sacado de la Universidad de Lérida, en Cataluña, tras negarse a ingresar voluntariamente para cumplir dicha sentencia, se suma una nueva condena.
Desde el martes, las calles de Barcelona y Madrid han sido escenarios de protestas, disturbios y la arremetida de la policía contra los centenares de manifestantes; el martes se dio a conocer que una joven perdió un ojo durante los disturbios. En el diario EL PAÍS se señala que el Centro de Derechos Humanos Irídia, asegura que la mujer fue herida tras recibir el impacto de un proyectil de foam de los Mossos d’Esquadra; mientras que el Departamento de Salud de la Generalitat confirmó que sería operada el día miércoles.
La concentración de las protestas ha disminuido desde el martes a este jueves de alrededor de 4 mil 500 al inicio a unos 500 este jueves. Sin embargo; se han encendido barricadas y se han registrado protestas también en Valencia.
La detención de Pablo Hasél ha desatado, también, debates sobre la libertad de expresión en el país.
Hasél, que de acuerdo a lo que se informa en diferentes medios, tenía antecedentes penales, fue sentenciado por un delito de «enaltecimiento del terrorismo» por unos tuits publicados entre 2014 y 2016, y que le valieron una condena en 2018. En dichos tuits calificaba al rey Juan Carlos I de «mafioso» y «ladrón» y acusaba a la policía de matar y torturar a migrantes.
Respecto a esta condena, Amnistía Internacional la calificó como «desproporcionada»; el rapero recibió el apoyo de alrededor de 200 personalidades a través de un manifiesto que fue firmado, entre otros, por Pedro Almódovar.
Este jueves, a dicha condena se sumó una nueva, por dos años y medio por amenazar a un testigo de un juicio contra unos guardias en Lleida.
Imagen de portada: rtve