Sobre el Memorial a las víctimas de COVID-19, Rafael Lozano-Hemmer

Un reloj de arena como metáfora de las pérdidas generadas por la pandemia y la fisura en nuestra realidad generada por esta emergencia sanitaria; una muestra colaborativa que se irá formando con fotografías de las víctimas

Ciudad de México (N22/Karen Rivera).- Nada se puede hacer ante la muerte una vez que  se consumó, quizá lo que  queda es reclamar el derecho al duelo y ese es un principio que se puede ejercer a través del arte. Esa es la esencia del proyecto La arena fuera del reloj. Memorial a las víctimas de COVID-19 que realiza Rafael Lozano-Hemmer como un homenaje, un altar compartido y un ceremonial adaptado a las condiciones de vida y  tecnología actuales.

«Se trata de una obra de arte por internet. Originalmente el curador del MUAC, Cuauhtémoc Medina, me invitó a hacer una obra que dimensionara la escala de la tragedia del covid, que ante las estadísticas que estamos viendo, estamos ante el peor de los casos posibles. Entonces, hacer una obra que nos permita, de alguna forma, tomar conciencia de la magnitud de la escala de este problema y, por otro lado, también resolver un problema que tenemos que es bastante grave y es de que gracias al distanciamiento social pues no tenemos la oportunidad de hacer una serie de rituales, de observar el luto de la pérdida de nuestros allegados.»

A través del sitio web fueradelreloj.net  la gente podrá enviar la imagen de sus familiares, amigos o allegados que han fallecido consecuencia de la COVID-19.

«Y esa imagen la recibe un sistema robótico que tiene un reloj de arena gigantesco que tiene una fisura y esa fisura hace que la arena vaya cayendo sobre una plataforma y lo que hacemos es que movemos el reloj para ir dibujando, a través de un proceso que tarda unos treinta minutos, el rostro de la persona que nos mandaron. Eso se puede ver en vivo a través de fueradelreloj.net.»

El sistema robótico organiza y recicla miles de cristales de arena para crear los retratos de las personas, una vez concluida la imagen se fotografía automáticamente y se le crea un sitio web a cada participante con su foto original y la del sistema, además, los usuarios podrán escribir una breve biografía y dedicatoria.

«El reloj de arena es una metáfora muy buena yo creo para esta situación del COVID, porque el reloj de arena tiene un ciclo y cada tres minutos giras el reloj para que comience de nuevo, la idea sería considerar qué sucedería si ese reloj tiene una pequeña fisura y que vas perdiendo arena con cada ciclo, y eso es un poquito lo que está sucediendo con COVID, nuestros allegados pues podrían haber tenido muchos ciclos más, muchas vueltas del reloj de no ser por esta fisura donde va cayendo la arena. Y esa interconexión del paso del tiempo en realidad es el juez brutal de nuestras vidas.»

La pieza será presentada el 7 de noviembre a las 12 horas y a partir de ese momento los interesados podrán enviar la fotografía de sus fallecidos para crear una exposición virtual colaborativa.