Ocho casas productoras en alianza con el Boston Center y desde la iniciativa de la plataforma #YaEsHora desarrollaron e implementaron esta guía de acción y consulta para erradicar éstas prácticas
Ciudad de México (N22/Ana León).- #YaEsHora es una de las varias colectivas que surgieron a partir del #MeToo en México que explotó con mayor fuerza luego de las denuncias a escritores mexicanos en redes sociales y que de ahí derivó hacia la música y hacia la producción audiovisual. Mariana Félix, parte de esta propuesta, señaló que esta búsqueda es parte de una historia más larga fuera y dentro de la misma industria donde muchas mujeres han hecho esfuerzos por cambiar las cosas: una necesidad y un grito de todas las mujeres en este ámbito.
Derivada de esta iniciativa surge la creación del Primer Protocolo para prevenir el acoso y el hostigamiento en la producción audiovisual. Katina Medina Mora, por parte de #YaEsHora señaló que «hoy más que nunca es necesario contar con estos protocolos para no revictimizar ni normalizar la violencia en estos espacios de trabajo», además de identificar y nombrar estas violencias y desmantelar organismos que permitan perpetuarlas. Esto durante una conferencia de prensa en línea que se realizó la mañana de este martes en el Facebook de #YaEsHora.
Marian Félix, también de #YaEsHora, subrayó que si bien ésta no es la solución sí tiene la intención de hacer un camino más directo hacia ésta. Se aliaron con el Boston Center, siendo este espacio el que desarrolló este protocolo; proyecto al que se unieron ocho casas productoras: La Corriente del Golfo, Pimienta Films, Bengala, Panorama Global, Piano, Filmadora, No Ficción y Cinépolis Producción.
Andrea de la Torre, por su parte, quien es también miembro de #YaEsHora, señaló que en este proceso ellas también aprendieron y se dieron cuenta de las acciones que perpetúan estas violencias y en las que ellas también llegaban a caer sin ser conscientes de ello.
El protocolo, se señaló podrá ser accesible a otras casas productoras y adaptable a las mismas por el Boston Center por un costo que se puede consultar contactando directamente a este centro.
Paula Amor, directora de La Corriente del Golfo y también parte de #YaEsHora, puso la luz sobre la palabra “protocolo”, señalando que esta es una herramienta indispensable en la prevención de la violencia y la discriminación y para que los espacios de trabajo sean más seguros y respetuosos, y que éstos guían en un mejor ejercicio de los procesos. Lo más importante es que la acción se replique en otros espacios y producciones, pues su implementación abona a un cambio de cultura.
Durante seis meses se trabajó en el Boston Center para el desarrollo de este protocolo y señaló Alberto Muffelmann (Panorama Global), a ellos les ha tocado ya implementarlo, ponerlo en práctica en sus filmaciones como parte de todo este proceso. El protocolo, dice, les da un marco para expresarse libremente. «Basta de hablar, hay que empezar a actuar». Y señala que el cambio en las producciones se da desde el momento en que el grupo del Boston Center se sienta con el crew y les explica de qué va, hacia dónde y cómo funciona esta guía.
Andrea Foncerrada, presidenta del Boston Center reconoce que esta alianza no se gestó de la nada, sino que fueron las mujeres de la industria las que se movilizaron para llegar a este protocolo desarrollado por este espacio centrado en identificar y estudiar las mejores prácticas de diseño y de implementación de políticas públicas y privadas en diferentes ámbitos. Señala que el protocolo está compuesto por diferentes medias entre las que contempla: prevención, atención, denuncia, investigación y resolución de casos.
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El protocolo contempla medidas de prevención, atención (¿cómo atender los casos de forma inmediata?), denuncia, investigación y resolución. Sus componentes principales son:
- Conceptos básicos: establece las definiciones de violencia y discriminación en general y particularmente de acoso y hostigamiento sexual y laboral.
- Políticas de la organización: contiene las políticas institucionales que puntualizan los límites establecidos por cada organización dentro de los cuales se espera se conduzcan quienes participan en sus actividades.
- Determina medidas preventivas orientadas a promover un ambiente de respeto.
- Procedimientos de consulta, queja y resolución: detalla los medios efectivos de actuación y resolución de incidentes ocurridos entre quienes participan en los proyectos de la industria. También establece las formas de brindar apoyo y acompañamiento a la persona afectada, así como las medidas disciplinarias y restaurativas aplicables a quien resulte responsable. Es un procedimiento expedito, no revictimizante, imparcial y exhaustivo.
El protocolo también contempla componentes de conciliación para la resolución de los casos de carácter laboral.
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Este protocolo se adapta a las necesidades de cada casa productora. Además, se hace una capacitación para que sean entendidas este tipo de medidas y no surjan represalias. Su objetivoo, enfatiza la directora de este centro, es orientar, prevenir y ayudar; crear un ciclo de mejora contínua. Lo define como una herramienta viva.
Las medidas que se implementan son las que están previstas en la Ley Federal del Trabajo, como la suspensión o la implementación de talleres.
En palabras de Paula Amor, se informó que esta herramienta ofrece también no sólo medidas de acción, sino también de consulta, diferenciar entre acoso y hostigamiento, también de discriminación y otros tipos de violencia.
Por ahora, no hay un vínculo con ninguna instancia de implementación de justicia, señaló Alejandra Vázquez, parte del Boston Center, y se deja a decisión del afectad@ el llevar a cabo la denuncia. Que es una de las partes más importantes.
Este protocolo, señaló Ramiro Ruiz (Filmadora), se hace extensivo a empresas, a personas morales, que forman parte de una producción; un ejemplo de ello fue lo mencionado con las empresas encargadas de realizar castings.
La invitación es a implementar este protocolo que nombra, que visibiliza y que guía en acciones de protección y de defensa frente a practicas de violencia y acoso en las producciones audiovisuales. Y aunque si bien en esta presentación se ciñó sólo a la producción cinematográfica, también sería sano se extendiera a televisoras y canales estatales y locales. Pues como señaló Paula Amor, mientras sea mayor la comunidad en la que se implemente el cambio tan necesario será en la misma magnitud.
Algunas preguntas básicas las puedes consultar aquí: https://www.yaeshoramx.org/