Premio Bellas Artes de Traducción Literaria en Narrativa y Poesía

Claudia Cabrera se lleva el galardón en la categoría de Narrativa al traducir una novela de Arnold Zweig; José Miguel Barajas se lo lleva en la categoría de Poesía con una traducción de Jacques Rigaut

Ciudad de México (N22/Karen Rivera).- La editora y traductora Claudia Cabrera fue la ganadora del Premio Bellas Artes de Traducción Literaria Margarita Michelena 2020 en la categoría de Narrativa, quien tradujo del alemán el libro El hacha de Wandsbek del escritor Arnold Zweig. La publicación narra la historia de un carnicero en que se enfrenta a la crisis económica de la época previa a la Segunda Guerra Mundial, cuando el nazismo ya estaba afianzado en el poder.

«En la novela lo que se retrata es todo el espectro social digamos de la Alemania Nazi, desde los estratos más bajos como podrían ser este carnicero y su entorno hasta la altísima burguesía y cómo todos de alguna manera están involucrados en el terror nazi y cómo operaba, es un libro de una crítica social muy fuerte.

»Habla mucho de Nietzsche que es como el alter ego de uno de los personajes principales, se habla de psicoanálisis, de una obra de Sigmund Freud, se habla de historia, de Alemania. Bueno, implicó un larguísimo y arduo proceso de investigación.»

Por su parte, el ensayista José Miguel Barajas recibió el Premio Bellas Artes de Traducción Literaria en la categoría de Poesía por su traducción del francés del libro Agencia general del suicidio del poeta Jacques Rigaut.

«Es un escritor que se suicida a los 30, 31 años, él forma parte de una generación en la que se encuentra también André Breton y otros escritores y autores y artistas, y muchos más que conviven en París. Los textos que presentamos en esta traducción es casi la mitad del corpus que presenta la edición francesa, que es la que contiene la totalidad de la obra de Jacques Rigaut.

»La obra en español existe desde los años setenta en editorial Anagrama; hace un par de años apareció una nueva traducción en España, poco tiempo después apareció una en Colombia. No nos limitaba, no era como un límite saber que existían unas traducciones previas, sino simplemente decir «bueno, necesitamos una traducción para México, de mexicanos para mexicanos».»