Con Selva trágica la cineasta mexicana participa en esta contienda en la parte de Horizontes Latinos; una historia que narra el poder de la selva, su voluntad, la producción de chicle y el camino que trazan las pulsiones
Ciudad de México (N22/Óscar Cortés).- Selva trágica es una película dirigida por Yulene Olaizola que se desarrolla en la profundidad de la selva maya para contar una historia ubicada en 1920, en los primeros años de la producción del chicle en Quintana Roo.
«Cuenta la historia un poco de los mexicanos que trabajan en el chicle y que trabajan en la selva y un día, una mujer beliceña cruza, se ve forzada a cruzar la frontera, y está de lado mexicano y, por supuesto, esta mujer en medio de un grupo de hombres que llevan meses en lo más recóndito de la selva pues va a generar tensión con estos hombres y deseos, fantasías, que van alterar para siempre su destino», señala la directora.
La historia desarrolla la relación social entre México y Belice, la cultura maya como una identidad y el contexto en el que se elaboraba la goma de mascar.
«Lo que me interesó de toda esta atmósfera es el concebir la selva como que tiene vida propia, hay muchos poetas de Yucatán, escritores mexicanos que hablan de esta región, y describen a la selva como un ser vivo que incluso puede tomar decisiones propias, un ser vivo que se ve amenazado por la presencia del hombre que siempre está intentando robarle sus recursos.»
Selva trágica competirá en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián que se realizará del 18 al 26 de septiembre.
«La competencia Horizontes Latinos representa lo mejor del cine y tiene un peso en Iberoamérica muy importante; da una ventana muy importante para el mercado iberoamericano.»
Este filme también participará este año en los festivales de Venecia, Nueva York y Hamburgo.