La estética de los objetos

Argento, un muestrario de la fascinación por lo abstracto y la materialización de seres postindustriales. Una exposición de Pablo Castillo

Ciudad de México (N22/Ohmar Vera).- En las salas de exposición del Palacio de Minería merodean criaturas extrañas que oscilan entre lo mecánico y lo orgánico, una fauna postindustrial creada por la mano del escultor Pablo Castillo, artista mexicano creador de un mundo fantástico a partir de objetos y piezas cuyo origen escapa a la vista, y que recobran sentido al dar forma a nuevos «organismos».

«Estas piezas representan monstruos que son propios del hombre, el hombre siempre ha luchado contra sus  monstruos y se puede decir que este temor es lo que lo ha impulsado a hacer las civilizaciones.»

Los monstruos nombrados: Conjuro, Ella, Ele, Origen y Zita, son una aleación entre la bestial y lo estético, entre la naturaleza y lo mecánico, seres que nos remiten a los inicios de la vida y a un futuro distante.

Soy amante de los objetos y de repente encuentro un objeto que es muy bello, parto para crear lo que hace falta , es la pieza madre, principal, y voy completando esto. No me gusta hacer bocetos, dejo que la pieza se dé por sí misma.»

Titulada Argento, la exposición se define por la fascinación de lo abstracto y la incitación que tiene el artista por la estética de los objetos.

«Aunque vemos una figura y podemos reconocerla, realmente la importancia de estas piezas radica adentro de ellas, cuando nos acercamos a ellas nos encontramos con un mundo abstracto, universos, es la complejidad de los seres. Cualquier ser que veamos en la naturaleza es de una complejidad a la que terminamos atribuyéndole a Dios su hechura, pero hablan de la complejidad de la biología, de la vida, de la existencia, de las cosas…»

Cada uno de los personajes es construido desde las entrañas con piezas que coinciden para prolongar su vida.

«Las piezas tienen pulmones, esófago, huesos, es una composición anatómica. Estoy tratando de buscar, precisamente, esa biología en las cosas, dando como resultado estos tritones, monstruos que representan más bien al hombre y a su mente.»

Palacio de Minería. Hasta el 29 de enero.

Imágenes: Ohmar Vera