Ilustraciones para una generación ansiosa

En una serie de postales, Eduardo Salles concentra todos los líos mentales y emocionales de una generación marcada por la ansiedad, el estrés, la autoexplotación y lo políticamente correcto

Ciudad de México (N22/Ireli Vázquez).- Sumergida en un día cotidiano de mi vida adulta, me encontraba de regreso a casa como cualquier otro. Esperando a que arribara el metro en la estación, pensé que sería un día concluido como todos los demás, pero algo en mí sabía que no sería así. En mis manos tenía Descripción gráfica, el nuevo libro del ilustrador y diseñador Eduardo Salles. Su trabajo es bien conocido en el mundo en el cual vivimos inmersos: las redes sociales. Lo que abría mis expectativas sobre lo que me encontraría dentro de su nueva publicación que publica la editorial Sexto Piso.  

Colorido, como la mayora de su trabajo, así es este libro. Llamó mi atención desde el primer momento, solamente con una frase, “ilustraciones para una generación ansiosa”, a mi mente vinieron varias preguntas: ¿generación ansiosa?, ¿yo seré una más de esa generación?, después de cuestionarme eso y más, comencé a sumergirme dentro de las páginas donde las imágenes comunican todo, lo cual suena lógico porque Eduardo Salles, desde hace mucho informa a la gente a través de ilustraciones sin necesidad de utilizar tantas palabras o hablar a detalle sobre éstas, algo así como el viejo refrán: “A buen entendedor pocas palabras”.  

La imagen es un medio de comunicación, quizá uno de los más certeros de esta generación nacida en tiempos de Internet. En una entrevista que dio el ilustrador al medio La Nación en 2016, expresó que a través de trabajar con ilustraciones comprendió «la capacidad de la imagen para transmitir contenidos serios y reflexivos, que van más allá del humor».

En Descripción gráfica se presenta una radiografía, como lo explica la editorial, no sólo de una generación sino de toda una dinámica social catapultada por una permanente exigencia de vivir vidas estilizadas, plenas, exitosas y quizá felices. 

Y justamente gracias a las imágenes, me doy cuenta de la realidad en la que vivimos, algunas de ellas me causan gracia, porque normalmente suelo reírme “de mis propias tragedias”, pero conforme voy pasando cada una, un estallido se viene a mi mente, ¿realmente así es como está viviendo la sociedad: compartiendo imágenes en las redes sociales?, ¿para qué? o mejor dicho ¿para quién? y ¿por qué? Puede ser para llenar, probablemente, un vacío, queremos que la gente nos vea. ¿Cuántas veces nos ha dado un grado de satisfacción el ver un “like” o un “me encanta” en nuestras publicaciones,  ¿cuántas veces hemos preferido mandar un mensaje vía Whatsapp, en vez de comunicarnos directamente con esa persona?, ¿cuántas veces hemos perdido cosas o a personas importantes por el miedo a ser rechazados?, ¿cuántas veces nos hemos autosaboteado por creer que no somos capaces de algo?. 

Este libro habla sobre todas esas “problemáticas” que, aunque a veces parecen absurdas, las tiene la sociedad en la actualidad. «Somos la generación del MEME; Malestar Emocional, Mental y Económico», aparece en una de las ilustraciones, y es justamente con una de las que me siento más identificada. 

Salles en el texto de su prólogo (que al final no apareció dentro de la publicación del libro) expresó que «La mía es una generación ansiosa. Motivos no le faltan. El cuento de hadas de la era digital, esa utopía prometida que nos haría mejores personas y aún mejores sociedades, ha ido revelando algunos párrafos siniestros: sesgos inyectados con esteroides algorítmicos, mensajes virulentos propagándose a velocidades pandémicas, burbujas que distorsionan la de por sí compleja condición humana. […] Sé que todo lo anterior suena como si estuviéramos jodidos. Y tal vez lo estamos. Pero ni la incertidumbre ni el colapso son características exclusivas de los tiempos actuales. Desde que empezamos a caminar sobre la Tierra cada siglo ha visto pasar nuestras más brillantes luminarias, y también algunas de nuestras horas más oscuras. […] Este es (espero) el mensaje “esperanzador”, la moraleja necesaria para un texto angustioso. El futuro no es un monstruo oculto al final de un túnel, es el túnel que vamos construyendo. La capacidad de crearnos problemas aún es proporcional a nuestra capacidad de solucionarlos. Dentro del singular repertorio de maldiciones que poseemos, la ansiedad es quizá un malestar necesario para voltear a ver lo que nos está jodiendo. Y a partir de ahí, actuar».

Asimismo, Descripción Gráfica, está hecho con una intención interactiva, las ilustraciones son desprendibles, para usarlas como separadores, postales o regalar. ¿Quién regalaría una tarjeta con imágenes que nos hacen ver lo mal que estamos? Sí, esta generación ansiosa lo haría, además, el humor no tiene barreras de ansiedad.   

Esto va desde mi punto y perspectiva de las cosas, pero… ¿tú perteneces a esa generación ansiosa?