Uno de los soles negros de la literatura

Un homenaje a Franz Kafka, un escritor «que definió los grandes conflictos del hombre de los siglos XX y XXI»

Por Huemanzin Rodríguez 

Nada en común, ni consigo mismo

En 1899, Franz Kafka tenía 16 años, y un compañero de la escuela lo describió de la siguiente manera: «Si me piden que cuente algo característico de Kafka, será que en él nada llamaba la atención. Todos le teníamos gran afecto y le estimábamos, pero nunca pudimos llegar a intimar con él; parecía siempre estar rodeado de una mampara de cristal. La imagen que me ha quedado grabada en la memoria es la de una persona esbelta, alta, juvenil, de aspecto reservado, buena y amable, pero que, sin embargo, siempre resultaba de algún modo ajena y extraña.»

Franz Kafka estudió derecho y trabajó en una compañía de seguros, pero lo que él realmente quería era escribir. Vivió en el mismo período que Flaubert, Joyce y Proust, innegables plumas enormes de la literatura universal; sin embargo, el rumbo del siglo XX y lo que va del XXI es más cercano a los escenarios de las obras de Kafka. ¿Es surrealista su literatura? ¿Onírica? ¿Es la distorsión de la realidad? El crítico Harold Bloom dice en su libro Genios (Anagrama, 2005), que no es así, lo escalofriante en Kafka es que todo es “normal” y “natural”, es simplemente kafkiano.

A través del apellido de un escritor la humanidad entiende una realidad. ¿Qué es kafkiano? Para la RAE se trata de una situación absurda y angustiosa. A la definición, en inglés le han agregado: con la sensación de un peligro inminente. Para Christiane Zschirnt en su libro Libros, todo lo que hay que leer (Taurus, 2004) la obra fundamental de Kafka es El proceso. Y al describir los espacios burocráticos que enfrenta el protagonista, el señor K., Zschirnt amplía esa realidad que más que kafkiana, hoy parece lugar común: es una atmósfera inquietante o amenazadora, en la que se mezcla una estrechez claustrofóbica, ininteligibilidad laberíntica y un confuso absurdo.

Bloom también dice de Franz en Genios: «Es el más original entre los originales de su tiempo […] El genio de Kafka es el genio del aislamiento. Nos enseñó que no tenemos nada en común con nosotros mismos, y mucho menos con los demás.»

Se lee no para ser feliz

-Javier García Galiano es escritor y traductor. Conoce muy bien la literatura alemana, en el año 2000 publicó en editorial Aldus su traducción de El cazador Graco, este muerto viviente errante con su dilema. Mucho se dice de lo inasible de la personalidad de Franz Kafka ¿Qué tan cierto es?

-Ante las muchas cosas que le interesaron a Kafka fue la fragilidad de las personas, lo poco que somos en realidad, entonces no me extrañaría ese tipo de cosas. Claro que Kafka era un tipo que engañaba, era un gran embaucador, o como diría Fellini “un mentiroso sincero”. No es que quisiera mentir, era una manera para acercarse con mayor certeza a la verdad, embaucando, por eso es un ser inasible. Yo creo que Kafka es un escritor que juega siempre al límite, está buscando siempre el punto en que se acerca a la transgresión, pero nunca la sobrepasa.

Tanto Elías Canetti y Georges Bataille, en sus ensayos sobre la personalidad y aspiraciones de Kafka, proponen como tesis su imposibilidad para relacionarse con nada que no fuera la escritura. En una carta dirigida a su amigo Oskar Pollak, el 27 de enero de 1904, Kafka expone su visión sobre la literatura: 

«Es bueno, sin embargo, que la conciencia reciba amplias heridas, puesto que así se vuelve más sensible a cada mordedura. A mi juicio creo que sólo deberíamos leer libros que nos muerden y nos pican. Si el libro que estamos leyendo no nos despierta con un puñetazo en la crisma, ¿para qué lo leemos? ¿Para que nos haga felices como tú escribes? Dios mío, también podríamos ser felices sin libros y, dado el caso, hasta podríamos escribir nosotros mismos los libros que nos hicieran felices. Sin embargo, necesitamos libros que surtan en nosotros el efecto de una desgracia muy dolorosa, como la muerte de alguien al que queríamos más que a nosotros, como un destierro en bosques alejados de todo ser humano, como un suicidio; un libro ha de ser un hacha para clavarla en el mar congelado que hay dentro de nosotros. Eso creo yo.» [1]

Esa «literatura que golpea como un puño», que parafrasea en un artículo Claudio Magris, es la que convierte a una persona en insecto (La Metamorfosis) , y a un animal en persona (Informe para una academia); la que nos lleva por las entrañas de un castillo donde sólo hay un guardia y una persona que quiere pasar, en esos escenarios está lo que no queremos ver de nosotros. En ese trago amargo hay un dejo de humor, como dice García Galiano.

«Y que curiosamente lo resuelve siempre con sentido del humor, un sentido del humor que todavía no se acaba de entender, sus amigos recordaban que cuando él leía sus manuscritos, siempre se estaba riendo y nadie sabía de qué se estaba riendo. Y es la evocación de un hombre aparentemente gris, que tomaba el tranvía, que vivió en Praga, que trabajaba en una compañía de seguros, que es fundamentalmente escritor y que se vuelve uno de los personajes más sugerentes de la literatura, no sólo por lo que escribió, sino porque él es un personaje absolutamente inquietante, a pesar de que lo único que le interesó en su vida fue escribir.»

El 21 de agosto de 1913, Franz escribió en su diario el borrador de una carta que sería dirigida a Felice Bauer:

«Mi empleo me resulta insoportable porque contradice mi único anhelo y mi única vocación, que es la literatura. Dado que yo no soy nada más que literatura, y no puedo ni quiero ser nada más que eso, mi empleo no podrá atraerme nunca, aunque sí puede destrozarme completamente. No estoy muy lejos de eso.» (2)

-Franz Kafka ha influenciado a varios artistas y escritores desde su muerte hace 95 años, algunos escritores que se han declarado admiradores de él son Bruno Schultz, Ernst Escher, Jorge Luis Borges, Roberto Calasso, Claudio Magris o Federico Fellini. Javier, F.K. escribió que la impaciencia era el único pecado verdadero. ¿Por qué crees que pensaba eso?

-Terminó siendo un gran visionario, su sentido de identidad yo no lo veo nacional o ligado a su cultura de origen, sino que en este mundo de cambio: el cambio de la monarquía a la democracia, el cambio de los viejos valores a los nuevos, el cambio de un mundo rural a uno predominantemente urbano, un mundo que sustituía la figura del “padre” monarca/persona a quien se podía señalar como la causa de todo por un sistema abstracto, disfrazado de partidos, donde nadie da la cara y todo se vuelve una tremenda burocracia sin pies ni cabeza. Tal vez por eso lo decía, y en ese sentido creo que en más de una ocasión hemos compartido la sensación de caer en pecado.

-¿Qué te evoca la obra de Kafka?

-Me remite a angustia, pesadilla, persecución, lo irracional del orden del mundo, la estupidez humana. Es la impotencia ante un poder absurdo del que el ser humano, el ciudadano, el individuo es víctima y no puede hacer nada más que tratar de darle la vuelta y someterse, pero jamás enfrentarlo directamente y mucho menos derrotarlo.

Es también la evocación de lo que para mí es la gran literatura, o uno de los principios de la gran literatura moderna con Joyce, con Celine y, desde luego, Franz Kafka.

-De su obra son El proceso, El castillo, El médico rural o Amerika parte fundamental para entender a la literatura del siglo XX, pero la que ha quedado en la memoria colectiva es la transformación de Gregorio Samsa. Para Elías Canetti, La metamorfosis es una de las pocas obras maestras del siglo XX, para Albert Camus es el símbolo claro de la horrible imaginería de una ética de la lucidez, para Vladimir Nabokov la transformación no es tan extraña como podría parecer, el aislamiento y la extrañeza de la llamada “realidad” es algo que caracteriza constantemente al artista. ¿No te parece  que la incomprensión de la familia Samsa por el estado de Gregorio es la mediocridad que rodea a la genialidad?

-Quizá va subvirtiendo la lógica del momento o lo que a nosotros nos parece que es la visión lógica de lo inmediato y al hacerlo, además se divierte, en el fondo, es uno de los hombres que mejor han usado la ironía para proponer aquello que no se puede decir de otra manera. 

-Si bien en La metamorfosis es una persona convertida en un insecto, en Informe para una academia es al revés, es el simio que se convirtió en persona después de haber convivido con la gente. Hay una parte en la que dice: «Ya dejé mi estado simiesco atrás, después de hacer unos estudios alcancé la inteligencia y una cultura de un europeo común.» Es divertido y al mismo tiempo su crítica enorme.

-Está diciendo que todos son unos simios, que el nivel de cultura, la educación, el interés de hacerse valer como individuo está al grado de los simios, animalizado, en la medida que permitimos que el sistema, poderoso y abstracto esté sobre nosotros, donde importa todo menos el sentido común.

-¿Se entiende igual kafkiano en México que en otros países? A veces creo que decir kafkiano en mi día cotidiano está más cercano a una lucidez momentánea sobre nuestros usos y costumbres.

-En una cultura europea/protestante, kafkiano tiene un enorme peso, pues en esos territorios las normas coinciden con las prácticas, la igualdad ciudadana tiende a ser más igualitaria, porque se excluye a los que no pertenecen a ese país europeo, por así decir. Lo que sería kafkiano serían esas parábolas modernas con algo de judío, que fue creando Kafka donde hay laberintos burocráticos incomprensibles, o donde un hombre se enfrenta a su propio destino que no entiende porque no se entiende a sí mismo, o sería kafkiano el no saber qué hacer con la libertad, por ejemplo.

La pequeña madre de los garfios

San Wenceslao es el más importante de los cuatro santos protectores de Praga, se dice que en el siglo X dio al reino de Bohemia el sitio de su capital y su estructura política. 

En el siglo XIV, Praga fue la sede de la corte del Sacro Santo Imperio Romano Germánico. En el siglo XV, la tentativa de construcción de una iglesia protestante provocó sangrientos conflictos que duraron siglo y medio. Rodolfo II, emperador de la casa de los Habsburgo, reinó de 1576 a 1612. Él impulsó la recuperación cultural de Praga con la transferencia de su corte a esa ciudad, y protegió a artistas y científicos como Johannes Kepler o Giordano Bruno. Entre 1612 y 1620, con Federico V se asentó el protestantismo, estalló la Guerra de los Treinta Años, donde murió casi la mitad de la población.

Con la restauración de los Habsburgo, Praga volvió a ser católica. En el siglo XVIII la atmósfera cultural era la síntesis del mundo germánico, eslavo y judío, hubo un desarrollo musical en el que Mozart fue protagonista. 

Entre los siglos XIX y XX se desarrolló un estilo artístico local conocido como Secesión, con elementos del sezessionstil vienés y el jugendstil alemán. La ciudad prosperó, fue una época de crecimiento económico e industrial. 

Así era Praga en la época de Franz Kafka, quien nació el 3 de julio de 1883. Por tuberculosis murió antes de cumplir los 41 años, el 3 de junio de 1924, en Kierling, Klosterneuburg, Austria. Sin saberlo fue punta de lanza del fin del imperio y el ascenso de las repúblicas y nacionalismos románticos. Kafka escribió sobre el totalitarismo, lo absurdo, la burocracia, la fragilidad y la angustia. Kafka murió antes del nazismo, que asesinó a parte de su familia y a Milena Jesenská, su amante. Así fue su Praga, a quien llamó “la pequeña madre de los garfios”. 

Kafkino

Hace unos años conversé sobre este tema con Gustavo García, crítico cinematográfico y buen amigo fallecido desafortunadamente. Comparto un fragmento de esa plática y al final están las fichas de algunas de las películas inspiradas en la obra de F.K.

-Gustavo, como toda obra literaria, la de Franz Kafka no ha sido la excepción en la tentativa cinematográfica, varios directores lo han intentado pero pocos con resultados tan sólidos como los de Orson Welles en su adaptación de El Proceso (1963).

-Cuando Orson Welles a mediados de los años sesenta se lanza a filmar El proceso consigue lo que para mí es la mejor adaptación hasta ahora lograda de Kafka. ¿Cómo lo consiguió? Primero entendiendo que la literatura de Kafka simula sueños. Eso lo entendió muy bien Welles, por ello filmó partes de una secuencia en distintos países. Joseph K. abre la puerta y encuentra unos pasillos atiborrados, y esa puerta lo lleva a una catedral pero esa catedral es al mismo tiempo una estación de trenes.

-Otro director seducido por Kafka es Steven Soderbergh, quien hizo Kafka, la verdad oculta (1991), protagonizada por Jeremy Irons. Me gusta mucho la primera hora, luego se me cae cuando F.K. es parte de una persecución internacional. Ahí Kafka es personaje, de las adaptaciones de sus obras hay dos buenas versiones de El castillo.

-Ha habido varias adaptaciones de El castillo, una de ellas es la de Michael Haneke de 1996, pero a mí la que más me gusta es una adaptación de los años 70 con el actor Maximilian Schell, dirigida por Rudolf Noelte quien tuvo un acierto enorme al filmarla toda en espacios nevados, nunca ves nada más que cuerpos en espacios blancos.

-Hanns Zischler, crítico de cine, director teatral, autor de diversos libros y reconocido actor bajo la dirección de Wenders, Chabrol o Spielberg; revela la afición de Kafka al cine, dice que solía ir a las salas de Praga, Múnich, Berlín, Milán y París, al lado de su amigo Max Brod. 

-El cine que él veía era cine danés, a veces alemán, cine que se ha perdido… 

-¿Carl T. Dryer?

-¡No!, de ninguna manera. En el mejor de los casos películas como las de Nastan Nilsen. Melodramas, películas exóticas que ocurrían en una África de foro cinematográfico, pero no puedes encontrar eso extrapolado a su literatura.

-Todas estas películas son ahora difíciles de conseguir, la mayoría están descontinuadas. Hay una película que si bien no se basa en una obra del checo es absolutamente kafkiana, la memorable Brazil (1988) de Terry Gilliam, quien reproduce esos escenarios burocráticos incuestionables y fuera de cualquier comprensión: debido al cuerpo inerte de una mosca, la máquina que expide sentencias marca por error otro nombre, el sistema poderoso y absurdo que presume no tener errores, primero detiene a un inocente y luego lo ejecuta. Es de un Humor negro muy en en el sentido de El proceso, que volviendo con Welles, tal vez sea una de sus mejores películas. ¿No lo crees? 

-Absolutamente. De lo que he visto en torno a Kafka yo me quedo con El castillo de Noelte y El proceso de Welles. Si empezamos a arañar en Kafka veremos que es uno de los soles negros que mejor iluminan los grandes conflictos del hombre del siglo XX y del XXI.

Cinematografía recomendada:

EL PROCESO (1963)
Director: Orson Welles
Intérpretes: Anthony Perkins, Romy Schneider, Orson Welles, Akim Tamiroff

THE CASTLE (1968)
Director: Rudolf Noelte
Intérpretes: Maximilian Schell, Cordula Trantow, Trudik Daniel, Helmut Qualtinger
Coproducción: Alemania-Suiza

FORWARLINDGEN (1976)
Director: Ivo Dvorak
Intérpretes: Peter Schildt, Ernst Gunther, Gunn Wallgren, Inga-Lill Carlson
Producción: Suecia

KAFKA, LA VERDAD OCULTA (1991)
Director: Steven Soderbergh
Intérpretes: Jeremy Irons, Ian Holm, Jeroen Krabbe, Armin Mueller-Stahl

MILENA (1991)
Director: Vera Belmont
Intérpretes: Valerie Kaprisky, Philip Anglim, Mathilde Aras, Peter Gallagher
Coproducción: Canadá-Francia-Alemania

EL PROCESO (1993)
Director: David Jones
Intérpretes: Kyle MacLachlan, Anthony Hopkins, Jason Robards, Juliet Stevenson

AMERIKA (1994)
Director: Vladimir Michalek
Intérpretes: Martin Dejdar, Olga Charvatova, Oldrich Kaiser, Katerina Kozakova
Producción: República Checa

ZAMOK (1994)
Director: Aleksei Balabanov
Intérpretes: Nikolai Stotsky, Svetlana Pismichenko, Olga Antonova, Aleksei German
Coproducción: Francia / Rusia / Alemania
Adaptación de El castillo

DAS SCHLOSS (1996)
Director: Michael Haneke
Intérpretes: Ulrich Mühe, Susanne Lothar, Frank Giering
Coproducción: Austria
Adaptación de El castillo


KLASSENVERHÄLTNISSE (1984)
Director: Daniele Huillet y Jean Marie Straub
Intérpretes: Christian Heinisch, Mario Adorf, Laura Betti, Manfred Blank
Coproducción: Alemania-Francia
Adaptación de: America

LINNA (1986)
Director: Jaakko Pakkasvirta
Intérpretes: Karl-Kristian Rundman, Titta Karakorpi, Sari Mallinen
Producción: Finlandia
Adaptación de El castillo

LOS AMORES DE KAFKA (1988)
Director: Beda Docampo Feijoó
Intérpretes: Jorge Marrale, Susú Pecoraro, Villanueva Cosse, Salo Pasik
Producción: Argentina

THE METAMORPHOSIS OF MR. SAMSA (1977)
Director: Caroline Leaf
Intérpretes: Cine de animación
Producción: Canadá
Cortometraje


FRANZ KAFKA’S IT’S A WONDERFUL LIFE (1993)
Director: Peter Capaldi
Intérpretes: Richard E. Grant, Crispin Letts, Ken Stott, Elaine Collins
Producción: Gran Bretaña
Cortometraje

LA METAMORFOSIS DE FRANZ KAFKA (1993)
Director: Carlos Atanes
Intérpretes: Antonio Vladimir, Manel Solàs, Arantxa Peña, Anne Sofie Nilsson, José María Nunes, Joaquim Soler Costa, Xavier Villena, Anna Alemany, Agustí Espriu, Monti
Producción: España (A.T.P., S.A.)
Cortometraje
Color / 30 min. / Betacam

METAMORFOSIS (2004)
Director, guión adaptado, montaje y música: Fran Estévez
Intérpretes: Nacho Castaño, Cristal Álvarez
Producción: España
Blanco y negro / 20 min.

  1. Kafka, Franz, Cartas 1900-1914. Obras completas IV, Galaxia Gutenberg, 2018. Pp. 30.

2. Kafka, Franz, Diarios. Carta al padre. Galaxia Gutenberg, 2000. Pp. 443.

Imagen: Franz Kafka. El hombre que trascendió el tiempo