Generación de datos, procesos económicos y creativos, todo lo que pasa por internet y la forma en que lo consumimos
Ciudad de México (N22/Alizbeth Mercado).– Imagina que contratas a una persona que escribe correos electrónicos de odio, a otra que se encarga de imprimirte memes para que los regales a tus familiares y que pagas por ver un debate entre tuiteros, pero en un escenario… Todas estas propuestas podrían ser parte del tianguis Yami-Ichi, parte del Sílex: tianguis especulativo del internet, que organiza el Centro de Cultura Digital (CCD) y se celebrará, por primera vez en México, el 1 de junio.
Doreen Ríos, subdirectora de Proyectos Especiales del CCD explicó que el Yami Ichi es una estructura que se sigue para poder llevar a cabo un evento de esa naturaleza [1], en Japón se estableció un manual para realizarlo. Hasta 12 de abril está abierta la convocatoria para los artistas y colectivos que deseen participar en este mercado de la cultura de Internet para comercializar objetos de consumo y servicios. El jurado está integrado por Janet40, galería de arte digital fundada por Patricia Siller y Luis Nava, Canek Zapata y Doreen A. Ríos.
El Yami-Ichi es un evento que organizan en Japón, una vía de escape a temas de internet para la vida real, uno de los temas se centra en «dar salida a esta adicción que tenemos a la generación de datos y que todos nuestros procesos económicos y creativos están pasados por internet. En muchos sentidos eso es lo que queremos poner en la mesa, porque el internet antes lo pagabas como cable, como si fuera un servicio como America Online y después fue el cambio brusco de economía porque pagamos por datos y pensamos que el internet es libre pero damos demasiado y queremos ver cómo el internet atraviesa nuestra economía y actividades creativas, y nuestras relaciones en general», de acuerdo con Doreen Ríos y Canek Zapata, director del Espacio Hipermedial del CCD.
Uno de los puntos del tianguis es dar salida al arte producido en internet y «cómo puede tener el arte digital ciertas ventanas económicas que normalmente no tiene o no vemos que tenga, porque no hay galerías en México que traten el tema, ni un mercado», en opinión de Canek; para Doreen «también tiene que ver con la forma en que se tienen que resignificar ciertos valores de los productos digitales, de repente, dentro de toda esta caja negra que es el Internet, genera huecos de conocimiento y si no entendemos partes básicas tampoco cómo resignifica valores para buscar de qué manera hacer visibles los productos digitales.»
Los productos que habitarán el Yami son objetos como playeras con logos de software y estrategias que no tienen un producto visible ni que se justifiquen en su uso, es decir, son servicios u oficios que no se piensan como necesarios ni útiles (como redactar correos electrónicos de odio), «cosas que parecieran estar fuera de un sistema económico que las encuentre como necesidad, pero que son otro tipo de dinámicas, que quizás hoy por hoy no podríamos entender, pero que pudieran expandirse a existir, pensar que alguien pague por likes, hace diez años era una locura, pero ahora hay gente que es millonaria por eso».
Canek subraya que otro de sus intereses es quitarle el aura de incomprensibilidad que tienen las cuestiones digitales y llevarlo al plano de lo que realmente son y pensar si pagamos por servicios que nos den beneficios, aunque en el Yami Ichi hay más cuestiones que sean intangibles «y es ver cómo trabajamos las cosas económicamente y la dualidad análogo-digital (…) pensamos que lo digital es ajeno, incomprensible pero nuestra existencia está atravesada por lo digital (…) Nuestra escritura es un proceso digital.»
El evento será un sitio de análisis de forma lúdica, además de los interesados en exponer sus productos, habrá mesas de diálogo, una pasarela de cosplay «que no es un producto que nace en Internet, pero sí creció por la capacidad de conectarte con personas que lo hacían, que generó colectividades que son extensas. Son subculturas que crean sus estéticas». Además, se presentará Attention Whores quien es una creativa que muestra cómo presentar un proyecto en Internet y para ese sitio.
«Es una forma de capitalismo experimental porque nadie tiene una certeza de cómo vender un objeto electrónico, hay unas cuantas empresas y galerías en internet que intentan vender objetos electrónicos, pero es muy complicado. ¿Yo por qué compraría una USB con unos GIF de un artista?, ¿Una llave de Blockchain para descargar ciertos productos? Es raro gastar en algo que no puedas abrazar, tocar», explicó Canek.
Aunque esta reflexión también llevó a los organizadores a pensar en la virtualización del dinero, y cómo se puede ver por medio de sus efectos, aunque no lo tengas en la mano. Por eso Doreen se pregunta ¿cuál es la diferencia entre el dinero de tu cuenta y el que tienes en tu bolsa? Así como ¿qué diferencia hay entre las obras de una galería digital y otra que está en un espacio físico? En términos de su valor.
El Yami es un experimento entre Internet y las relaciones humanas. Muchos piensan que la idea de Internet es una «segunda vida», en palabras de Canek, pero ¿qué tan dividida está de la “real” ?, preguntamos a los organizadores si estos productos podrían generarnos una necesidad y una fuente de capital para los creativos?
«Puede que sea al revés, que lo irónico de todo esto es que estamos criticando que no creemos que haya una chica que se ponga a instalar sistemas operativos y rastrear celulares. Sí hay una necesidad, pero realmente no creemos que tampoco haya alguien que limpie tu USB, porque no es una necesidad para comercializar realmente, pero sí es una cuestión crítica a nuestro entorno», explicó Canek. Doreen agregó que se trata de hacer visibles sistemas mediante los cuales el capitalismo funciona, entender ¿por qué Mark Zuckerberg es millonario si su servicio es gratuito? […] Y ver dónde nos insertamos como creadores, consumidores».
Amén de que, en términos de la producción artística, piensan discutir sobre Internet como referente y la forma de crear una experiencia con estos productos generados en Internet y para Internet pero que pueden ser curados para verse en un espacio físico; para repensar los valores de un obra digital «claramente no está en la exclusividad, pasa eso con los memes, ¿cuál es el más importante?, el que se comparte más, se modifica más, no el que es único. Ponerle precio es reflexionar sobre su valor» agregó Doreen.
El Tianguis estará abierto de 11 a 19 horas en el CCD y algunas de las mesas versarán sobre editoriales web; fondeo colectivo; videojuegos; webcómic; creadores digitales; formas de distribución y financiamiento; prácticas y experimentos. Así como de las formas de comercio digital que consumimos en servicios de transporte y su relación con la precarización laboral, música y cómo competir con ellos o usarlos a nuestro favor.
[1] «Consiste en cinco mesas de diálogo sobre diversos aspectos de las prácticas artísticas del Internet donde se explorarán subculturas, procesos comunitarios de producción y distribución, modelos experimentales de mercado para productos digitales, creación de audiencia bajo plataformas de redes sociales y maneras de financiación para prácticas creativas. Estas mesas de diálogo nos permiten adentrarnos en temas de mayor complejidad como la forma en la que las redes distributivas de telecomunicaciones afectan de manera radical la producción artística de diferentes comunidades del país».
Imagen: Doreen A. Ríos y Canek Zapata / © Alizbeth Mercado